Julien Dray, portavoz del PS, el mayor partido de la oposición en Francia, declaró que con motivo de la llegada del Papa a Francia 'es bueno recordar ciertos principios tocantes al funcionamiento de nuestra República', donde la separación de la Iglesia del Estado está establecida en una ley que data de 1905.
'Francia ya tiene bastantes problemas para no abrir nuevas polémicas', afirmó Dray.
Benedicto XVI comenzó hoy en París una visita de cuatro días a Francia, que le llevará también a Lourdes (suroeste).
En una recepción en el palacio del Elíseo en honor del Papa, el presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy, insistió en su concepción de la 'laicidad positiva' como 'una invitación al diálogo, la tolerancia y el respeto', y aseguró que para las democracias sería 'una locura' privarse de las religiones.
En su discurso en el Elíseo ante Sarkozy, los miembros del Gobierno y otras personalidades del país, el Sumo Pontífice abogó por una 'laicidad positiva' para una 'comprensión más abierta' de la Iglesia y del Estado.
El portavoz del PS puntualizó que 'la laicidad implica que la religión es un asunto individual en un Estado respetuoso de la libertad de culto', y señaló: 'Los que tienen la responsabilidad de gobernar la República, y el presidente en primer lugar, deben ser los guardianes de esos principios', declaró Dray.
La defensa que han hecho tanto Sarkozy como el Papa de una 'laicidad positiva', dio pié al senador socialista Jean-Luc Mélechon a acusar a ambos de tener 'una política común'.
Entre los sectores del laicismo francés que han expresado su malestar por la visita del Papa figura el Consejo Nacional de Asociaciones de Familias laicas, que han llegado a acusar a Sarkozy de 'atentar contra la separación entre Iglesia y Estado'.
'El modelo norteamericano de mezclar alegremente el estandarte de Dios y la política parece ser el nuevo modelo de funcionamiento de nuestros gobernantes', afirmó dicha organización en un comunicado.
Por otro lado, la asociación de periodistas de la cadena de televisión pública 'France 2' ha protestado porque la retransmisión en directo de la llegada del Papa ha supuesto un retraso del espacio informativo habitual de las 13.00 hora local.
