El PP, más solo que nunca en la ley del aborto

Una reforma "innecesaria", "retrógrada", "caprichosa", "injusta" y "machista". Un cambio legislativo que "es la negación de la mujer como un ser responsable" (BNG) o que supone "encarcelar los derechos de las mujeres". Una reforma "vergonzosa y radicalmente machista" (PSOE).

 

Todas estas expresiones, y muchas más, se oyeron ayer en sede parlamentaria por boca de todos los partidos de la oposición, durante el debate en la Diputación Permanente sobre la reforma de la ley del aborto, y en el que se visualizó a un Partido Popular que está más solo que nunca y hasta, dio la impresión, que un poco avergonzado.

Todos los partidos de la oposición se sumaron a las dos solicitudes promovidas por el PSOE y la Izquierda Plural para la comparecencia de Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Mato, al entender que, al menos, el Parlamento necesitaba explicaciones sobre una ley que se ha elaborado en el más absoluto oscurantismo, sin negociación con nadie y sin conocimiento de la sociedad.

A dicha petición se sumó hasta Unió Democrática de Cataluña (UDC), que pidió repartir el tiempo de la intervención en el debate con Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), por entender que había posiciones diferenciadas.



Josep Sánchez-Llibre, por Unió, indicó que son necesarias explicaciones y esperar a ver los informes de las distintas instituciones que tienen que pronunciarse sobre el anteproyecto. Por ello, solamente esta formación no se sumó a la petición de la retirada de la ley, y pidió esperar y que se debatiera en el Parlamento, antes de fijar una posición definitiva.



Su compañero de CDC no dejó lugar a dudas de su posicionamiento. Es un anteproyecto "clasista" en el que Convergencia, aunque dará libertad de voto, no está de acuerdo. Por ello, se sumó a la petición de comparecencias y a la retirada del anteproyecto. Una posición muy parecida a la que tuvo el PNV que sorprendió, con un discurso durísimo contra el anteproyecto.



El resto de grupos, con matices, fueron unánimes en considerar un disparate lo que ha presentado el ministro de Justicia. Joan Tardá, por ERC, estuvo contundente: "Quieren encarcelar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, pero ustedes, señores del PP, no van a poder con las mujeres". Y hasta Rosa Díez indicó que UPyD apoya una ley de plazos, aunque podría discutir algunos aspectos de la actual, pero indicó que "ni en el fondo ni en el forma" se puede admitir cómo ha actuado el Gobierno en este asunto.

El PP, quiso pasar por el debate lo más deprisa posible. Su portavoz, la diputada Sandra Moneo, no levantó la vista de un papel que leyó a toda velocidad, en el que llegó a afirmar cosas como que "a ninguna mujer se le obliga a ser madre". O que los partidos de izquierdas defienden posiciones absolutamente "retrógradas" sobre el supuesto derecho al aborto. Hasta el PNV tuvo que recordar que la legislación actual es la que rige en la inmensa mayoría de los países europeos.

Y, luego, la mayoría absoluta popular pasó el rodillo en las votaciones: todas las peticiones fueron rechazadas. Fuentes del PP casi se disculparon, al decir, que no les quedaba otra opción, que son el partido del Gobierno y que lo tienen que respaldar. Pero que cambiarán cosas en el trámite parlamentario. Pero, su soledad, fue de las más clamorosas en todo lo que va de legislatura.

Un dirigente del PP confensó  eldiario.es que Gallardón les ha metido en "un gran lío", que están preocupados y que no saben cómo salir. "Pero, hoy, nos tocaba pararlo", dijo.