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El Papa insta a los británicos a resistir ante la “agresiva” secularización

La reina Isabel II, jefa de la Iglesia anglicana, recibe por primera vez al Pontífice con honores de Estado Benedicto XVI admite que la Iglesia no ha sido “vigilante” ni “veloz” ante los casos de pederastia

El Papa ha condenado hoy en Glasgow la "dictadura" del relativismo "que amenaza con oscurecer la verdad del hombre", ha denunciado que se quiere relegar la religión de la esfera pública y ha dicho que el hombre tiene derecho a vivir en una sociedad que no sea una "selva de libertades autodestructivas y arbitrarias".

Benedicto XVI ha hecho estas manifestaciones ante unas 70.000 personas que han asistido al Bellahouston Park, de Glasgow, a la misa que ha oficiado en su primer día de visita al Reino Unido, que ha comenzado en Edimburgo y ha proseguido en esta otra ciudad escocesa.

El Pontífice, cuya visita ha sido criticada por numerosos grupos laicos británicos, que le acusan de ocultar los casos de pederastia y de ser un ultraconservador, ha dicho que ha venido a Gran Bretaña "como heraldo de paz" y a confirmar en la fe a los poco más de cinco millones de católicos que viven en esta isla de mayoría anglicana.

Cooperación ecuménica

A la misa han asistido representantes de las Iglesia de Escocia y de la Iglesia Episcopal Escocesa, ante los que ha resaltado el entendimiento y la cooperación ecuménica para dar un testimonio común del evangelio en esta época de grandes cambios en la sociedad.

También ha animado a los políticos y profesionales católicos a poner sus talentos y experiencias al servicio de la fe. "La evangelización de la cultura es de especial importancia en nuestro tiempo, cuando la dictadura del relativismo amenaza con oscurecer la verdad inmutable sobre la naturaleza del hombre, sobre su destino y su bien último", ha asegurado el Papa.

El Obispo de Roma ha agregado que hoy en día algunos buscan excluir de la esfera pública las creencias religiosas, relegarlas a lo privado, "objetando que son una amenaza para la igualdad y la libertad". El Papa Ratzinger ha agregado que, sin embargo, la religión es "en realidad garantía de auténtica libertad y respeto" y ha pedido a los católicos ser no sólo ejemplos de fe en público, "sino también a defender en público los argumentos promovidos por la sabiduría y la visión de la fe".

Libertades autodestructivas

"La sociedad actual necesita voces claras que propongan nuestro derecho a vivir no en una selva de libertades autodestructivas y arbitrarias, sino en una sociedad que trabaje por el verdadero bienestar de sus ciudadanos y les ofrezca guía y protección en su debilidad y fragilidad", ha subrayado.

En un Estado donde también se han registrado casos de curas pederastas, el Papa ha pedido a los sacerdotes que sean santos y que prediquen el Evangelio "con un corazón puro y con recta conciencia".

También les ha pedido que sean ejemplos de vida sencilla y alegre para los jóvenes. Benedicto XVI ha tenido además palabras para los jóvenes, a los que ha exhortado a llevar una vida digna.

Tentaciones

"Hay muchas tentaciones que debéis afrontar cada día -droga, dinero, sexo, pornografía, alcohol- y que el mundo os dice que os darán la felicidad, cuando en verdad estas cosas son destructivas y crean división", ha dicho el Pontífice, que ha reiterado que solo permanece el amor de Jesús por cada uno de los hombres.

Durante la misa la cantante escocesa Susan Boyle, famosa en el mundo entero gracias a un programa de televisión de búsqueda de talentos, ha interpretado algunas canciones.
Boyle, ferviente católica, vestida de negro, ha interpretado, entre otros el himno religioso How great thou art y su mundialmente famoso I dreamed a dream, sacado del musical Los miserables. También cantaron otros famosos artistas locales, como Michelle McManus y su primo Michael Brady.

Las primeras horas

Las primeras horas del papa Benedicto XVI en el Reino Unido han estado marcadas por la recepción oficial de la reina Isabel II al Pontífice. La audiencia en el Palacio de Hoyroodhouse, a las afueras de Edimburgo, ha sido el escenario del momento histórico en el que por primera vez un jefe de la Iglesia de Roma ha sido recibido con honores de Estado por la soberana del país anglicano.

En su discurso, la soberana ha abogado por el diálogo entre las dos religiones. "Es vital fomentar una gran comprensión mutua y respetuosa. Sabemos por experiencia que un verdadero diálogo puede superar mutuas sospechas y crear un clima de confianza", ha dicho Isabel II. Benedicto XVI ha respondido afirmando que viajaba al Reino Unido, tendiendo una mano de amistad a todos los ciudadanos del Reino Unido. El Papa sin embargo ha lanzado una advertencia a la sociedad británica para que resista "las formas más agresivas de secularización".

La lucha contra el laicismo será uno de los temas constantes de la visita de cuatro días del Pontífice al Reino Unido. En su recorrido por las principales calles de la capital escocesa, a bordo del nuevo papamóvil, Benedicto XVI ha sido aplaudido por varios miles de personas, escolares, muchos de ellos movilizados por los responsables de sus respectivos colegios. Después, el  Papa ha celebrado un almuerzo privado y se ha retirado a descansar.

Ni vigilante, ni veloz ni decisiva

Pocas horas antes de pisar suelo británico, Benedicto XVI ha reconocido por primera vez que la Iglesia en su conjunto, los obispos y el Vaticano, no han sido suficientemente "vigilantes, veloces y decisivos" a la hora de afrontar los casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes.

El Papa se ha vuelto a referir a estos escándalos y ha expresado su "profunda tristeza".  "Tengo que decir que siento una gran tristeza. Tristeza también porque la autoridad de la Iglesia no ha sido lo suficientemente vigilante, ni suficientemente veloz, ni decidida, para tomar las medidas necesarias", ha admitido el Pontífice a los periodistas que le acompañaban en el avión desde Roma a Edimburgo.

Benedicto XVI ha llegado sobre las 11 de la mañana al país donde Enrique VIII rompió con la Iglesia de Roma y que recibe al líder católico en un ambiente dividido de controversia y polémica. La gira de cuatro días, que incluye Glasgow, Londres y Birmingham, ha coincidido con una de las crisis más graves del Vaticano, a consecuencia de los miles de escándalos de abusos sexuales cometidos por el clero. Personalidades y grupos sociales cuestionan la recepción y honores que como estadista va a recibir estos días Benedicto XVI.

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