El obispo sostiene que la capilla del tanatorio San Carlos Borromeo es susceptible de uso pluri-confesional porque lo único que ha bendecido es estrictamente el espacio del presbiterio y por tanto, no es una iglesia
COMENTARIO: Observen cómo quieren más: el Ayuntamiento lo denomina "San Carlos Borromeo", denominación poco apropiada para un tanatorio nuevo del siglo XXI en una sociedad plural, sino que además no quieren celebrar misa porque el espacio es susceptible de uso pluriconfesional y entonces no es terreno "sagrado".
Los cuatro arciprestes de Salamanca han apoyado públicamente la decisión del obispo, Carlos López, de prohibir los funerales en la capilla del nuevo tanatorio de la ciudad, obligando a las familias a trasladarse a la parroquia correspondiente para oficiar la misa y regresar posteriormente al cementerio, situado junto al tanatorio.
Fernando García, Jesús Jiménez, Antonio Matilla y Miguel Ruano, arciprestes de la ciudad de Salamanca, aseguran en un comunicado que su postura representa la "opinión mayoritaria de los párrocos" de la ciudad y rechazan que "la decisión tomada oculte intereses económicos", en alusión a los 40 euros que cuesta la misa funeral en las parroquias y que pagan las funerarias.
El nuevo tanatorio San Carlos Borromeo es de propiedad municipal y el acuerdo entre el Obispado y el Consistorio salmantino incluía la celebración de los funerales en dicha instalación para mayor comodidad de las familias, quienes, además, ven con esta medida incrementado el gasto del entierro, puesto que según las ordenanzas municipales, entre una opción y la impuesta por el obispado hay 50 euros de diferencia, hasta alcanzar los 176 euros por ese concepto.
En el caso de aquellas personas sin parroquia, el obispo tampoco autoriza el funeral en el tanatorio, sino que obliga a trasladar sus restos a la Iglesia del Carmen, en el centro de la ciudad. El obispo sostiene que la capilla del tanatorio San Carlos Borromeo es susceptible de uso pluri-confesional porque lo único que ha bendecido es estrictamente el espacio del presbiterio y por tanto, no es una iglesia en sentido canónico. Sin embargo, los dos capellanes tienen la obligación de celebrar una misa diaria en memoria de los difuntos.
El obispo se defiende, frente a las acusaciones de daños y molestias que ocasiona a las familias y señala que "lo que tiene que primar no es la comodidad sino la razón pastoral y el significado espiritual" del funeral.
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