En declaraciones a los periodistas en Granada, donde asistió a los actos del 50 aniversario de la muerte de Fray Leopoldo, el nuncio recordó que "todos tienen derecho al buen nombre, mientras no se demuestren, no se prueben –los hechos–".
Así se refirió al caso en el que se ha visto implicado un sacerdote residente en el municipio granadino de La Zubia, que fue detenido por la Guardia Civil que lo dejó posteriormente en libertad con cargos, después de que los padres de un chico de 14 años denunciaran supuestos abusos sexuales del sacerdote, que ejercía en una iglesia del barrio granadino del Zaidín.
Monteiro de Castro se remitió al comunicado hecho público por el Arzobispado de Granada en el que se daba cuenta de la decisión de apartar provisionalmente de todo ejercicio público del ministerio sacerdotal al párroco denunciado, a la vez que pedía a la opinión pública y a todas las personas afectadas que "respeten la dignidad de las personas y el principio de presunción de inocencia".
"La iglesia está para ayudar a todos, a todos", subrayó el Nuncio, que aseguró que al leer la noticia se acordó del pasaje evangélico de la mujer adúltera en el que "todos los que la acusaban –continuó– poco a poco se fueron dispersando para quedar al final el Señor y la mujer".
El Juzgado de Instrucción número 7 de Granada incoó diligencias previas por los presuntos abusos sexuales. El Ayuntamiento de La Zubia, por su parte, manifestó su intención de personarse como acusación pública.