«Dirigentes protestantes, judíos, musulmanes, adventistas y de otras religiones han protestado por haberse elegido una misa católica como funeral de Estado en memoria de las víctimas del once de marzo. Tienen toda la razón y, además, les asiste la Constitución. Ni se ha tenido en cuenta el pluralismo confesional ni, menos aún, el derecho legítimo de cada uno al agnosticismo o al ateísmo. No basta con argumentar que la mayoría de ciudadanos españoles son católicos. En primer lugar, porque hay que respetar las sensibilidades minoritarias. Y en segundo lugar, porque es bien sabido que entre los bautizados los hay que no son practicantes o que son agnósticos. Esta cuestión puede parecer cosa secundaria o anecdótica. No es así… cada vez más durante estos últimos años, la Iglesia católica ha recuperado el terreno perdido desde la muerte del dictador. Las clases de religión, por ejemplo, lo demuestran de manera fehaciente. Las interrelaciones de toda clase que existen actualmente entre la Iglesia y el Estado son numerosas. Que nadie se llame a engaño. La separación más estricta entre Estado e Iglesia católica es positiva para ambas partes. Por otro lado, España acoge cada vez más inmigrantes de todos los colores y creencias… Ningún obstáculo para aquéllos quieran practicar cualquier confesión, cristiana o no. Ninguno. Al mismo tiempo, ningún privilegio por parte del Estado a ninguna religión en particular…»
UNI Laica denuncia la «imposición de ceniza» en la UCLM-Albacete
Con el apoyo de UNI Laica, un grupo de universitarios de la UCLM han presentado la siguiente carta…