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El ministro turco de Exteriores, elegido candidato presidencial

El partido en el poder en Turquía, el islámico AK, eligió el martes a su ministro de Asuntos Exteriores, el reformista Abdulá Gul, como su candidato a la presidencia de la República, una decisión que podría aliviar la tensión con el Ejército e impulsar las posibilidades electorales de la formación islámica.

 

Esta candidatura supone que por primera vez en la historia de la Turquía moderna, el puesto de presidente de la República – ocupado tradicionalmente por la élite laica – podría ir a un antiguo islamista. Además supondría que el Partido AK ocuparía todos los cargos de la jerarquía política.

El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, estaba sometido a una intensa presión por parte de la clase dirigente laica, que incluye generales del Ejército y jueces, para que no se presentase él mismo por el temor a que pudiera acabar con la rigurosa separación entre Estado y religión que hay en Turquía.

Al hacerse a un lado, el político más popular del país se puede centrar en preparar la campaña para las elecciones parlamentarias de noviembre,

Gul es un respetado diplomático que ha supervisado el lanzamiento de las conversaciones de acceso a la Unión Europea como ministro de Exteriores.

Sin embargo, el Ejército, muy poderoso en el país, emitió una advertencia velada.

"El próximo presidente debe estar atado a los principios de la República, que fueron definidos en la Constitución: laicismo, estado social y democracia", declaró a la prensa el vicecomandante de las Fuerzas Armadas, general Ergun Saygun.

El radicalmente laico Partido del Pueblo Republicano (CHP, por sus siglas en turco), dijo que va a boicotear la elección de Gul en el Parlamento, lo que no evitará su nombramiento puesto que el Partido AK tiene una amplia mayoría, pero sí anticiparía problemas políticos, sobre todo si el CHP decide pedir al Tribunal Constitucional que anule el resultado, tal y como ha amenazado con hacer.

Los laicos esperaban que el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, optara por un candidato de consenso. La primera ronda de votaciones será el 27 de abril.

DIVISIÓN EN EL PAÍS

Tanto Gul como Erdogan niegan tener pretensiones de llevar a cabo una política islamista, y ha prometido que si es elegido actuará de acuerdo con los principios laicos establecidos por el fundador de la Turquía moderna, Mustafá Kemal Ataturk.

Sin embargo, su nombramiento podría causar preocupación en el Ejército, que ha dado cuatro golpes de Estado en los últimos 50 años. Su mujer lleva el pañuelo islámico, una potencial fuente de tensión con los partidarios del laicismo.

La campaña para la elección del presidente que suceda al respetado y laico Ahmet Necdet Sezer han hecho resurgir las grandes diferencias que existen entre los turcos sobre el papel de la religión en un país de mayoría musulmana sometido a grandes cambios económicos y sociales.

Varios altos cargos del AK, que tiene sus raíces en el Islam político, habían expresado su preocupación por la posible pérdida de votos en las elecciones generales de noviembre si Erdogan se convertía en presidente y abandonaba la política del partido.

En sus años en el poder, Turquía ha logrado un fuerte crecimiento económico y asegurado el inicio de las conversaciones de cara a una posible entrada en la UE.

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