Se cierra el proceso más largo de la historia de Portugal.- Los siete delincuentes están acusados de abusos sexuales, lenocinio y uso indebido de fondos públicos
El juicio más largo y siniestro de la historia de Portugal tendrá hoy sentencia, una de las más esperadas. Los tres jueces del tribunal leen desde las 12.30 (hora española) el fallo que condenará a los siete acusados de abusos sexuales reiterados a 32 antiguos alumnos de la Casa Pía de Lisboa. La sentencia es un paso de gran trascendencia en un proceso que dura seis años, y que ha implicado a figuras públicas de la televisión, la política (exoneradas) y la diplomacia. Pero está lejos de cerrar una de las páginas más negras de las últimas décadas, porque siguen abiertos muchos interrogantes y porque los condenados recurrirán el fallo. Hasta la resolución del recurso, que se puede demorar largo tiempo, ninguno de ellos irá a la cárcel.
Los procesados son Carlos Silvino da Silva, conocido con el sobrenombre de Bibi, antiguo jardinero y chófer de la institución, acusado de 639 delitos; Carlos Cruz, uno de los presentadores más populares de la televisión portuguesa, acusado de seis delitos, el embajador Jorge Ritto, 11 delitos, el médico Ferreira Diniz, 18 delitos, Manuel Abrantes, antiguo director adjunto de Casa Pía, 51 delitos, el abogado Hugo Marçal, 36 delitos, y Gertrudis Nunes, propietaria de la casa de Elvas, donde se organizaban las orgías con los menores, acusada de 35 delitos.
La lectura de la sentencia tiene lugar en el Campus de Justicia de Lisboa, ante un enorme despliegue de los medios de comunicación y de efectivos policiales. Las instalaciones del Poder Judicial han sido revisadas a primera hora de la mañana por equipos de desactivación de explosivos. Los tres jueces del tribunal -Ana Peres (presidenta), Ester Santos y Jose Manuel Barata- se turnan en la lectura del fallo, que había sido aplazado en dos ocasiones.
En su resolución, los magistrados atribuyen una cuota de responsabilidad a los responsables y educadores de Casa Pía, por no detectar los graves delitos que se cometían de manera continuada contra alumnos de la institución. Pedro Namora, compañero de algunas de las víctimas, ha declarado que hay otros muchos menores que fueron víctimas de abusos sexuales y de los que nadie habla. "Hay un ejército de gente destrozada", ha dicho en una pausa de la sesión judicial.
La Casa Pía fue fundada en 1780, durante el reinado de María I, para acoger en régimen de internado a menores marginados o huérfanos. El escándalo que ha provocado la condena a los siete portugueses estalló el 23 de noviembre de 2002 a raíz de las declaraciones de Joel, un ex alumno, que acusó de abusos sexuales a varias figuras públicas y al ex funcionario Carlos Silvino. La periodista Felicia Cabrita reveló el escándalo en el semanario Expresso y en el canal de televisión SIC. Dos días después comenzaron las detenciones y salió a la luz una presunta red de pedofilia, con varios nombres influyentes de la sociedad portuguesa, que durante años abusó de menores que estaban al cuidado de la Casa Pía.
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