El consejo escolar aprueba mantener las normas internas que proscriben el pañuelo Los padres decidirán hoy si Najwa se quita el velo o cambia de centro educativo
La joven Najwa Malha, de 16 años, no podrá seguir asistiendo a clases de cuarto de ESO porque lleva hiyab. El consejo escolar del Instituto Camilo José Cela de Pozuelo de Alarcón (Madrid), formado por 17 personas, entre ellas profesores, alumnos, padres y el director, votó ayer a favor de que se mantenga en el reglamento interno del centro el artículo que prohíbe el pañuelo islámico.
Si Najwa quiere seguir usando la prenda, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid iniciará –a petición del director del Camilo José Cela– un expediente de traslado de centro educativo a otro instituto donde no esté prohibido el uso del pañuelo. Según la consejería, el traslado se haría «de forma inmediata». La concejala de Educación, María Jesús Castillo, insinuó que la joven podría acudir al instituto San Juan de la Cruz, ubicado a unos 500 metros.
Según explicó el padre, la niña está recibiendo atención psicológica por depresión y hoy anunciará qué decisión tomará. Antes de conocer la resolución del consejo, se mostró partidario de recurrir a los tribunales si Najwa no era admitida con hiyab y, por tanto, se la expulsa del centro, como puede ocurrir.
La decisión del consejo escolar ratifica la tomada previamente por el claustro de profesores, que votó mayoritamente por dejar sin cambios el reglamento, que en su artículo 32 establece que «en el interior del edificio no se permitirá el uso de gorras ni de ninguna otra prenda que cubra la cabeza». Los docentes se opusieron a la modificación por estimar que no puede realizarse por una sola persona y menos bajo presión.
MAYORÍA ABRUMADORA La votación en contra del uso del pañuelo fue abrumadora: 15 miembros la apoyaron y tan solo dos –una miembro de la asociación de padres y un alumno– se pronunciaron en contra. La decisión se tomó con un gran secretismo. El director del centro, Eduardo de Bergia, se limitó al final de la reunión a leer un comunicado en el que dio a conocer el fallo y advirtió de que «la mayoría del alumnado es menor de edad», y que el centro «no tiene autorización de sus responsables legales para permitir que se les entreviste y se les tomen imágenes», a raíz de la expectación mediática que ha levantado el caso y que originó que una nube de periodistas se agolpasen en las puertas del instituto desde primera hora de la mañana. Incluso la cadena árabe Al Yazira emitió una crónica en la que resaltó el choque entre religión musulmana y los ordenamientos internos.
DIVISIÓN EN EL CONSEJO ESCOLAR La concejala de Educación de Pozuelo de Alarcón, miembro del consejo escolar, explicó a la salida de la reunión que el voto fue «secreto» y que en todo momento se respetó «la autonomía del centro». No obstante, ella anunció antes de la reunión su posición a favor de no modificar el reglamento.
Por el contrario, los padres, representados por su asociación, se han mostrado divididos. La única mujer del colectivo votó a favor de modificar el reglamento del centro y a la salida se mostró indignada por la decisión final: «Debe prevalecer el derecho a la educación sobre el ordenamiento de los centros. Son las administraciones públicas las que tienen que legislar esos temas y no llevar la fractura a los consejos escolares, a los centros, y a las familias, como ha sucedido en este caso».
Las alumnas que se pusieron el pañuelo en solidaridad con Najwa aseguraron antes de conocer la decisión que no lo llevarán más. Adujeron que no quieren cambiar de instituto ni incumplir las normas. «Nos lo hemos puesto para tratar de ayudarla y que no se sintiera sola», comentó Fátima, una estudiante española de origen marroquí.
