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El hecho religioso en Madrid: un debate de guante blanco en el Arzobispado con seis candidaturas a la alcaldía de Madrid

Un debate de guante blanco, de esos que ya no se dan. Tanto, que hasta resultó aburrido… como la normalidad democrática, que gracias al impulso de AlfayOmega y el Foro Tender Puentes pudo verse anoche en el salón de Actos del Arzobispado de Madrid. Una normalidad que a veces echamos de menos.

Y es que en el debate que anoche congregó a representantes de los seis principales partidos que concurren a la alcaldía de la capital de España –Ignacio Benito (PSOE), Borja Carabante (PP), Mayson Douas Maadi (Más Madrid), Marta González Isidoro (Vox), Belén del Pozo (Ciudadanos) y Carlos Sánchez Mato (IU – Madrid en pie)-, moderados por Fran Otero, dejó una imagen de políticos muy alejada a la habitual: sin interrumpirse (fueron más vehementes las intervenciones del público que las de los candidatos), planteando acuerdos, reivindicando los valores religiosos… Por un momento, parecía que Sánchez Mato o la candidata de Vox podrían hasta llegar a pactar.

El formato tampoco invitaba al debate intenso, algo que se agradece en una situación política de exceso de impactos y ausencia de propuestas: seis candidatos para tres preguntas (sumando a las del público), y apenas hora y media. Sánchez Mato tuvo que marcharse a los 45 minutos, y González Isidoro llegó tarde por el tráfico.

¿Ámbito público o privado?

¿Y qué piensan sobre el hecho religioso? Para Mayson Douas, de Más Madrid, es preciso “mantener un papel neutro, y que todas las confesiones puedan manifestar su sentimiento religioso en el ámbito público”. Algo que también defendió Borja Carabante (PP), quien denunció los “episodios de discriminación, de odio incluso” contra los católicos. “Yo no estoy dispuesto a relegar mi convicción y mi fe al ámbito privado. Yo soy católico las 24 horas del día”.

También se definó como católico Sánchez Mato: “Yo soy cristiano y apuesto por un Estado laico”. Con tres pilares: “libertad de conciencia (la religión es libre, pero solo compromete a quienes creen o no); igualdad de los derechos (no tendría que existir ningun tipo de privilegio público de ninguna religión); universalidad de la acción pública”.

Politica, árbitro de la convivencia religiosa

Para el candidato del PP, la Iglesia “tiene la obligación moral de dar su opinión sobre asuntos públicos, y ofrecer soluciones, con naturalidad”, algo en lo que coincidió con Belén del Pozo (Ciudadanos), que afirmó que “Madrid acepta con naturalidad” la presencia de las comunidades religiosas, que son “vertebradoras de sociedad”. Eso sí: “la injerencia en el sentimiento religioso, mínima. Deberíamos ser un árbitro de la convivencia religiosa”.

La representante de Vox también subrayó el “acoso a la libertad religiosa de los católicos” y pidió a las autoridades “condenarlo con más rotundidad”.

Tal vez el único momento tenso del debate fue cuando la representante de la ultraderecha apeló a la de Más Madrid (de confesión musulmana) que ella cuando viaja al extranjero no puede entrar libremente en una mezquita. “Yo no defiendo a los musulmanes, sino a los ciudadanos, tanto creyentes como no creyentes”, contestó Mayson.

La mirada del otro

El más templado en un templado debate fue Ignacio Benito. El candidato del PSOE subrayó que “lo religioso y lo espiritual no son elementos del ámbito privado en tanto y cuanto se dan en el ámbito de lo público”, y abogó por mejorar “la empatía, la mirada del otro. Vivimos en una sociedad enfrentada y personalista. Pero el otro es mi rival, no mi enemigo. Esto es una premisa fundamental: a todos nos une buscar el bien de la ciudad”.

La mirada del otro también fue defendida por Vox, quien defendió una sociedad de “puertas abiertas”, algo que no se da, en su opinión, en el Islam. Y sí en España, donde “todas las confesiones tienen los mismos privilegios según proporcionalidad”, espetó.

En las preguntas posteriores, surgieron los desahucios, la corrupción, los privilegios de la Iglesia o la pederastia. Para Borja Carabante, “no hay privilegios de la Iglesia. Lo que aporta la Iglesia católica al bien común es muchísimo, tanto, que si la Iglesia católica no prestara esos servicios, el Estado no tendría capacidad para hacerlo”.

El representante del PSOE calificó los abusos sexuales como “una lacra”, y defendió como injusto que algunos les criticaran por “mirar hacia otro lado” ante el sufrimiento de los otros. “La fe no deja de ser una cuestión que cada uno de nosotros vivimos en el ámbito privado, aunque no tengamos ningún problema de hacerlo en el ámbito público”.

La parábola de los talentos

Para Ciudadanos, “vamos a condenar rotundamente cualquier delito, porque las normas y las leyes están para cumplirse”, y reivindicó que “los católicos que militamos en ciudadanos, en ningún momento nos sentimos marginados. Somos un partido que cree en la libertad”.

La representante de Vox también condenó la pederastia, “como partido y de forma individual”, aunque matizó que “son las instituciones religiosas las que tienen que depurar”.

En el ‘minuto de oro’, todos los participantes agradecieron a los organizadores un debate moderado, sereno, y abogaron por encontrar esos “puntos de encuentro” para trabajar en el respeto y la tolerancia. “Nuestra ciudad es un espacio abierto de paz y convivencia al que las confesiones religiosas contribuyen de forma fundamental. Estamos llamados a poner esos valores en juego”, culminó Ignacio, del PSOE, reivindicando la parábola de los talentos.

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