La ministra de Exteriores afirma que existe una “misma sensibilidad” en cuestiones como la educación o la práctica religiosa en España.
Durante su intervención esta mañana en el Nueva Economía Forum, la ministra de Exteriores Arancha González Laya afirmó que las relaciones entre el Gobierno socialista y la Santa Sede “gozan de muy buena salud” y existe una “gran sintonía”. La razón de esto es que existe la “misma sensibilidad” respecto a cuestiones como el cambio climático o la defensa de los Derechos Humanos, en las que, justo es reconocerlo, las declaraciones de Francisco I sin indistinguibles en el fondo y en la forma no solo de las del presidente Sánchez, sino de otros líderes progresistas internacionales como Emmanuel Macron o el canadiense Justin Trudeau. Esa sintonía, ha asegurado González Laya, también se traduce en cuestiones “más específicas” como la educación o la práctica religiosa en España. En este punto parece más difícil dar crédito a las declaraciones de la jefa de la diplomacia española ya que se de la circunstancia que la educación concertada está en estos momentos en pie de guerra contra el Gobierno por lo que consideran un ataque en toda regla en el articulado de la Ley Celaá.
Es pertinente recordar que el Vaticano se vio obligado a dejar claro que en la exhumación del dictador Francisco Franco “nunca” se pronunció porque “no es de su competencia”, después de que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijera que tuvo la ayuda del papa.
“Se precisa que la Santa Sede, sobre el asunto de la exhumación de Francisco Franco, ha reiterado en varias ocasiones su respeto a la legalidad y a las decisiones de las autoridades gubernativas y judiciales competentes”, dijo un breve comunicado publicado por la oficina de prensa del Vaticano expresamente para aclarar este punto.
Por lo demás, la ministra de Exteriores ha hecho un repaso a diversos asuntos en relación con la agenda del Gobierno en política exterior. En lo referente a Venezuela, González Laya ha afirmado que tanto la UE como España apuestan por “apoyar a la oposición democrática de Venezuela, que encabeza Juan Guaidó” si bien ha sostenido que “tiene que buscar más complicidad, más unidad, más fuerza, todos juntos en todas sus dimensiones, tanto políticas como sociales, para poder impulsar un cambio” en el país. Asimismo, la ministra ha reiterado una vez más que las relaciones con Marruecos “gozan de salud y complicidad” pese a que “como en todas hay puntos de desencuentro” que se discuten “desde la madurez” entre dos socios que tienen una “relación muy estrecha”.
