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El Gobierno vasco adiestra a empresarios en una terapia de la Nueva Era para promover la innovación

¿Quién y basándose en qué criterios ha decidido en el Gobierno vasco organizar un curso de adiestramiento en la terapia mística inventada por Bert Hellinger? Quizá nunca lo sepamos.

Euskadi+Innova, un programa del Gobierno vasco que pretende convertir a la comunidad autónoma "en un nodo de referencia en el marco del sistema global de innovación", ha organizado unas jornadas de formación para directivos de empresas en una terapia de la Nueva Era denominada técnica de constelaciones organizacionales. El curso se celebrará el 6 y 7 de octubre en el Parque Tecnológico de San Sebastián, la entrada cuesta 75 euros y el ponente será Guillermo Echegaray, psicólogo introductor en España de esta práctica. En su variante familiar, esta pseudoterapia se basa en que todos tenemos "conexiones inconscientes con el destino de nuestros antepasados", según su inventor, un ex misionero católico alemán que considera que Hitler -y los criminales de guerra, en general- no son culpables de sus actos porque son meras marionetas de una entidad superior.

Sustatu.com adelantó el miércoles la noticia en una anotación titulada "New Age estiloko pseudoterapia, Euskadi Innovaren ikastaro batean" (Una pseudoterapia de la Nueva Era, en los cursos de Euskadi+Innova). El autor destacaba, entre otras cosas, cómo Echegaray tiene una visión mística de la influencia en una empresa de los fallecidos o despedidos, según declaró el año pasado al Diario de Navarra. ¡Agárrense! "Te encuentras empresas en las que el despedido o el fallecido ejercen muchísima influencia. Es como si se sintiera que el ausente es el que más vivo está. Ejercerá un rol en la empresa hasta que se le sepa colocar en su sitio", sostiene el experto en quien confía el Ejecutivo de Patxi López para que las empresas vascas funcionen mejor.

La técnica de las constelaciones organizacionales es un invento de Bert Hellinger. Ex misionero alemán, empezó a ejercer como psicoterapeuta a principios de los años 70, aunque carece de la titulación académica necesaria. Quizá por eso, Hellinger no exige que sus discípulos tengan una formación especializada en psicología: basta con que paguen generosamente por uno de sus cursillos de capacitación para que obtengan el título de terapeuta en esta práctica y puedan lanzarse alegremente al mundo a ejercer de expertos en constelaciones organizacionales. El negocio está claro: la venta de libros y cursillos. ¿Pero qué es eso de la constelaciones organizacionales?

La Gran Alma

Hellinger sostiene que todos los seres humanos estamos conectados por una especie de alma colectiva. "No es que cada uno de nosotros tengamos un alma, sino que todos nosotros pertenecemos a un alma más grande", dice. "Sabemos que estamos unidos con todos y que todos nosotros somos iguales en esta Gran Alma. Es una idea muy bella, y en el trabajo con constelaciones se evidencia que nos hallamos en un alma grande. Así es posible que sepamos qué es lo que ocurre en otras personas que ni siquiera conocemos. Esas personas pueden influir sobre nosotros. De repente, podemos sentir a ellos como si nos poseyeran, como si tomaran posesión de nosotros, y así, cuando esto ocurre, ya no somos nosotros los que tenemos que hacer nada, sino que el alma obra para ayudar a todos, siempre y cuando nosotros nos entreguemos a ella y nos abandonemos a los profundos movimientos del alma". Éste es el principio fundamental de la terapia en la cual el Gobierno vasco quiere formar a los directivos de empresa.

La técnica de Hellinger se basa en una suerte de terapia de grupo que gira en torno al principio místico del alma colectiva y dirige alguien que ha pagado por obtener su título de facilitador, como se llaman los maestros de ceremonias. "El facilitador o constelador define y dinamiza una especie de dramatización o role play colectivo, donde se representa a los principales afectados por el problema o tema que quiere analizar el afectado. Los participantes o representantes van cambiando de lugar y se les anima a que digan determinadas frases que provocan reacciones en los demás, llegando así a una posible solución", según Ovidio Peñalver, un especialista español en gestión de recursos humanos que ha asistido a varias sesiones de esta pseudopsicoterapia. "En las constelaciones familiares, se le pide a un participante que asuma el papel de algún ausente, y en ese rol, se supone que más o menos poseído por esa persona, salen a relucir verdades. Están A y B en el grupo, y el constelador pide a B que asume el papel de, por ejemplo, la madre fallecida de A. Que A y B no se hayan conocido es secundario; B haciendo de difunta madre es imbuido de la energía de memoria", me explicaba hace unas horas un amigo que conoce cómo funcionan las sesiones.

El inventor de la técnica de las constelaciones organizacionales tiene una visión patriarcal del mundo que le lleva a considerar incuestionable la autoridad del cabeza de familia o, en el caso de un país, del jefe del Estado, autoridad a la que deben plegarse el resto de la familia y ciudadanos, según sea el caso. Para él, los problemas matrimoniales se deben generalmente a que la mujer ha desobedecido al esposo; la homosexualidad es una enfermedad causada porque un niño tiene que asumir los sentimientos de una hermana fallecida cuando no hay otras hermanas en la familia para hacerlo; y, si un padre abusa de una hija en su infancia, la culpa es de la madre por no atender sexualmente a su esposo.

La participación en sesiones de esta pseudoterapia llevó en 1997 a una mujer al suicidio en Alemania y hay numerosos casos de clientes de este método que sufren graves desórdenes mentales a consecuencia del tratamiento, según informaba en 2005 la revista antifascista holandesa Alert!. "Hemos visto esto antes con otras terapias de la Nueva Era y programas de crecimiento personal: algunas personas que se inscriben en ellas tienen graves trastornos mentales o problemas psicológicos que suelen agravarse, en vez de resolverse, con las mitologías y rituales implicados", explica Bob Carroll en la entrada de The Skeptic's Dictionary dedicada a Hellinger.

¡Pobre Hitler!

"La escritora alemana Elisabeth Reutter, que sufrió abusos sexuales de su padre durante su juventud, escribe en su libro autobiográfico Gehirnwäsche (Lavado de cerebro), que la terapia del incesto de Hellinger casi expulsó los últimos restos que le quedaban de su dignidad humana", escribía Herman Nimis en Alert! hace cinco años. Y añadía algo que resulta todavía más inquietante, que Hellinger sostiene que "aquéllos que cometen crímenes -incluidos los criminales de guerra- son incapaces de actuar de otro modo porque lo que hacen lo hacen bajo órdenes de una autoridad superior que está más allá de su influencia. Basándose en unas leyes cósmicas indeterminadas y un oscuro misticismo, Hellinger proclama que esa autoridad (suprema) hace uso de los seres humanos, cuyas acciones son inevitablemente determinadas por el destino". En consecuencia, los criminales de guerra son incapaces de evitar convertirse en tales porque ese ente superior les controla. Y eso le lleva, por ejemplo, a exculpar de sus crímenes a los nazis, Hitler incluido.

"En este país, un amplio sector de la opinión pública todavía cree que los criminales nazis eran personalmente responsables de sus actos, tomaban decisiones de su propia voluntad y son, por tanto, responsables de esos crímenes. Pero eso es un error porque en aquel momento una fuerza formidable se había apoderado de ellos", decía Hellinger hace unos años en una charla en Alemania, según Alert! Sólo desde ese delirante punto de vista, que serviría para exculpar de sus crímenes a cualquiera, se entiende su polémica oda a Hitler:

"Algunas personas le consideran a usted inhumano, como si alguien mereciera ese calificativo. Yo le miro a usted como yo miro a mí mismo: es decir, como a un ser humano con un padre y una madre, y con un destino extraordinario. ¿Eso le hace más grande? ¿O más pequeño? ¿Es usted mejor o peor? Porque si usted es más grande, entonces yo también lo soy yo. Y, si es más pequeño, entonces yo también. Si usted es mejor o peor, yo también. Porque soy un ser humano como usted. Si le respeto, me respeto. Y, si le odio, me aborrezco."

¿Quién y basándose en qué criterios ha decidido en el Gobierno vasco organizar un curso de adiestramiento en la terapia mística inventada por Bert Hellinger? Quizá nunca lo sepamos.

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