Subvencionado por la Diputación de Cuenca
Esta tarde, en torno a las siete y media la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, de Santa María de los Llanos acogerá el acto de presentación de la restauración del retablo mayor del templo, tras la intervención a la que ha sido sometido gracias a la Diputación Provincial de Cuenca y a través del Centro Conservación y Restauración de Bienes Culturales, bajo la dirección de su responsable, la restauradora Ana Conesa Lozano.
Según explican desde el Centro de Conservación y Restauración, la estructura del retablo sufría un ataque relevante de carcoma y grietas en las columnas, además de suciedad generalizada por el humo de velas. El mayor daño se apreciaba en las pinturas en las que la tela se había destensado y la capa de barniz estaba tan oscurecida que no se podían apreciar las escenas representadas.
La actuación
Los lienzos del retablo fueron desmontados para ser restaurados en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Diputación Provincial de Cuenca, mientras que para la intervención en la estructura del retablo, se contrataron los servicios de la empresa ITESMA restauraciones de Arte.
El retablo ha sido sometido a una limpieza exhaustiva sobre todo en las cornisas y en su parte trasera, para después desinsectar la madera con un producto anticarcoma. Durante las labores de carpintería, se han eliminado restos de sistemas eléctricos antiguos y clavos nuevos sin función, se reajustaron piezas que se habían desplazado y se realizaron injertos de madera en las zonas con grandes pérdidas. Los lienzos con representaciones de santos y la arquitectura del retablo, han sido limpiados con distintas mezclas de disolventes para recuperar los colores y el brillo del oro perdidos bajo capas de suciedad. Así mismo ha habido que eliminar algunos repintes. Por último, las zonas donde se había perdido la capa de policromía han sido retocadas con una base de estuco y acuarela utilizando técnicas distintas para diferenciar el original de la zona restaurada. La restauración del retablo mayor de la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, ha conseguido que la obra recupere su unidad visual. Según explican desde el Centro ahora se puede apreciar con detalle la calidad de las escenas representadas y el magnífico brillo dorado de su arquitectura clásica.
Historia del retablo
La actual iglesia en honor a Nuestra Señora de la Asunción se construyó a finales del s.XIV. El retablo mayor se dispone en el fondo de la cabecera. Es de estilo renacentista escurialense con seis pinturas al óleo sobre lienzo (Santiago Matamoros, S. Pedro, S. Juan Bautista, S. Agustín y S. Fernando, rey de Castilla) y dos esculturas de bulto redondo, la más interesante de ellas es la representación del Crucificado: un Cristo de la Buena Muerte, es decir, de gesto sereno sin señales de padecimiento.
Es posible que la obra fuese un encargo de la Orden de Santiago, ya que su insignia se encuentra representada coronando el ático, pero no se existe referencia documental sobre la construcción del retablo salvo una cita de 1651 encontrada en los Libros de Fábrica de la parroquia, sobre el coste de la obra y los autores: “Mas dio por descargo ochenta y dos mil novecientos y quarenta y tres maravedíes que entrego a Pedro Correoso vecino de San Clemente por la hechura del altar mayor de la Iglesia”.