El arzobispo de Toledo, vicepresidente de la Conferencia Episcopal y recién nombrado cardenal, el valenciano Antonio Cañizares, tachó ayer de «blasfemo, anticristiano» y un «verdadero insulto a la Iglesia», el espectáculo de Leo Bassi que esta misma semana, dijo, se representará en un centro educativo de Toledo, al ser «un atentado contra la libertad religiosa» y una vulneración de derechos fundamentales.
En su homilía de la Santa Misa en la Catedral Primada, indicó en referencia a la representación de La revelación de Leo Bassi que este lugar «no puede ser para un cometido semejante».