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El Ayuntamiento de Sevilla, con gobierno del PSOE, nombrará hijo predilecto a Juan José Asenjo, el obispo que inmatriculó la Mezquita y la Giralda

El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, será nombrado hijo predilecto de la ciudad antes de que acabe este año. Según informan diversos medios, el alcalde Juan Espadas habría aceptado la propuesta y se le entregará el reconocimiento el próximo 23 de septiembre, fiesta local en la ciudad.

Diario de Sevilla afirma que la propuesta para el nombramiento parte de Cáritas Diocesanas, aunque un poco antes había adelantado que el reconocimiento también había sido solicitado por el grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento, que indicaba en un comunicado que “su trabajo y su diligente servicio a la ciudad de Sevilla merecen ese reconocimiento”.

Nacido en Sigüenza en 1945, Asenjo, que presentará su renuncia como cardenal en octubre, fue nombrado arzobispo coadjutor de Sevilla el 13 de noviembre de 2008. A la capital hispalense llegó procedente de Córdoba, donde ejerció de obispo desde 2003. En la ciudad cordobesa fue el artífice el 2 de marzo de 2006 de la comentada inmatriculación de la Mezquita-Catedral y del Patio de los Naranjos. Cuatro años después, siendo ya obispo de Sevilla, hizo lo mismo con la Catedral de Sevilla y la Giralda.

Todo este patrimonio lo inscribió como propio en el Registro Civil por un coste de unos 30 euros, apoyándose en una modificación del Reglamento Hipotecario que autorizaba a la Iglesia a registrar sus edificios y a los obispos poderes similares a los de un notario. Y, aunque este hecho ha generado una enorme polémica, hasta el momento no han sido objeto de ningún tipo de reparación judicial.

En este sentido, Asenjo sostenía, en una carta en 2018, que “la Iglesia no ha sustraído nada a nadie, ni se ha apropiado de algo que no fuera nuestro, es decir, del Pueblo de Dios”. “Hemos inmatriculado en los Registros de la Propiedad los bienes que siempre han sido de la Iglesia, bienes que ella creó, que ha conservado y cuidado con diligencia, y que pone a disposición de todos, creyentes y no creyentes, en primer término, para el culto y la evangelización, su genuina razón de ser, y también para la difusión cultural de nuestro patrimonio”, señalaba el arzobispo, que será condecorado en unas semanas.

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