Fue el penúltimo en coger el papel que, dentro de una caja, designaba el cargo que les corresponderá a los 18 niños que formarán la corporación infantil de Burlada. Y tras desdoblarlo y leer “alcalde”, Gorka García de Eulate Huarte, de 8 años y alumno de la ikastola Paz de Ziganda, recibió la vara de mando del primer edil Txema Noval (Cambiando Burlada-Burlata Aldatuz). Su primer cometido, antes de prender la mecha del cohete a las 10.30 horas el domingo 16 para inaugurar el Día del niño, fue entregar otras dos varas a sus tenientes de alcalde: Nahia López Goñi y Verónica Caño Calvo, ambas del colegio Hilarión Eslava.
Los escolares habían acudido a las 11 al salón de plenos del ayuntamiento, donde les esperaban además del primer edil, la presidenta y vicepresidenta del patronato de Cultura y Festejos, Joana Eguillor yBerta Arizkun, ambas de Bildu. Los pequeños ocuparon los sillones de los concejales en los que se había colocado una bolsa roja con los regalos para cada uno: un compás, un programa de mano de fiestas, una réplica del cártel, dos pañuelicos rojos y el guión de todo lo que deben hacer el día 16. Actividades que Joana Eguillor se encargó también de explicar a la corporación infantil y a los familiares que acudieron a la elección.
Aprovechando su presencia, se les anunció que este año – “en respeto por las diferentes creencias religiosas existentes”- no acudirán de forma oficial a la ofrenda floral que tras el cohete protagonizaban a los pies de la Virgen de la Asunción. Sí se mantiene el desfile tras el chupinazo infantil con la compañía de la comparsa de gigantes y cabezudos, grupo de danzas txiki Larratz, txistularis y gaiteros; pero con destino final diferente: el parque municipal en lugar de la iglesia de San Juan Bautista.
Ya el año pasado se aprobó una moción aprobada por la mayoría del pleno, se estableció que la corporación municipal no participe en dichos actos de manera oficial. Lo harán, si acaso, a título individual y sin la bandera ni la medalla que les acredita como ediles.
