El gobierno presentará una moción de urgencia en el pleno para aprobar esta declaración Coincidirán el Año Jubilar concedido por Benedicto XVI y el 525 aniversario del milagro
El ayuntamiento de Alicante declarará 2014 como "Año de la Santa Faz" con motivo de la concesión del Año Jubilar por parte del anterior Papa, Benedicto XVI, y por la coincidencia del 525 aniversario del "milagro de la lágrima".
La portavoz municipal, Marta García-Romeu, ha explicado que el equipo de gobierno, del PP, presentará una moción de urgencia en el pleno del próximo jueves para efectuar la declaración.
Para García-Romeu, la medida se explica en que en 2014 coincidirán en la ciudad "dos fechas muy notables" que resaltan la importancia de Santa Faz como lugar de peregrinación, como son el Año Jubilar y los 525 años del "milagro de la lágrima".
El próximo año la romería de Santa Faz para venerar uno de los pliegues con los que la Verónica secó el rostro de Cristo en su camino al monte Calvario coincidirá con el 1 de mayo.
Paralelamente a esta declaración, el consistorio también se ha marcado como objetivo emprender acciones de promoción de la Santa Faz.
¿Cuál fue el 'milagro de la lágrima'?
Se remonta al 17 de marzo de 1489 y tuvo lugar en el barranco de Lloixa, a caballo entre las localidades de Sant Joan y Alicante, donde se asienta el actual caserío.
Era un año de extrema sequía y el sacerdote Pedro Mena propuso a dos frailes franciscanos que moraban durante la Cuaresma en la ermita de los Ángeles -Francisco Bendicho y Francisco Villafranca- organizar una procesión de rogativas con el pliegue del santo sudario de la Santa Faz desde Sant Joan hasta el santuario donde ellos descansaban, implorando agua de lluvia para los secos campos. La peregrinación empezó a primera hora y al cabo de recorrer "un cuarto de legua", según las crónicas de entonces, el portador de la gasa de la Santa Faz notó un peso que le dejó inmóvil y todos vieron que del ojo derecho de la reliquia salía una lágrima que, corriendo hasta la mejilla, se paró en ella y "creció de manera que no sólo los circundantes, mas aún los que se hallaban apartados, la pudieron ver". Aunque la lluvia no llegó ese día, la tradición señala que a la semana hubo precipitaciones que aliviaron la precaria situación de los campos.
Un romero realiza descalzo el recorrido hacia la Santa Faz en la anterior edición. P.RUBIO
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