COMENTARIO: Problemas y enfrentamientos propios de una universidad confesional dependiente de la jerarquía y el dogma. La Universidad debe ser pública y laica, nunca confesional, buscando el conocimiento y la ciencia al servicio de toda la sociedad.
El arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, ha decidido no renovar el permiso para que se enseñe teología en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), cuyas autoridades están actualmente enfrentadas con el Vaticano.
"Es contradictorio que se siga enseñando teología en una universidad que no quiere ser pontificia ni católica", señaló Cipriani". El también cardenal peruano confirmó que decidió no renovar la licencia para la enseñanza de teología porque piensa que está "frente a una institución que está en un enfrentamiento con la Santa Sede".
"La universidad no quiere acatar la decisión del Vaticano, pero sí quiere seguir enseñando teología, seguir llamándose católica y pontificia; no juguemos", dijo antes de mencionar que espera que las autoridades universitarias acepten las demandas de la jerarquía católica.
Tras conocerse la decisión de Cipriani, las autoridades de la PUCP la calificaron de "infundada e injusta" y anunciaron que los cursos de teología son obligatorios para los estudiantes de pregrado, por lo que "la universidad adoptará las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de los planes de estudio".
La PUCP reconoció, sin embargo, que es atribución de arzobispo de Lima otorgar el mandato canónico a los profesores de teología, aunque aclaró que ninguna norma autoriza a Cipriani a nombrar nuevos docentes en los departamentos académicos de la universidad, incluido el de teología.
El arzobispo de Lima mantuvo durante este año un enfrentamiento abierto con las autoridades de la PUCP por la administración de las propiedades y el contenido de la enseñanza que se ofrece en la universidad, una de las más prestigiosas del país.
El enfrentamiento ha llegado hasta el Vaticano, que en julio pasado le retiró a la universidad el derecho a denominarse "pontificia" y "católica", aunque el rector y sus directivos han decidido mantener su histórica denominación.
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