El «paraíso» es como define la Peña Royal de Caión esta localidad costera que ayer celebró las fiestas del Carmen. En este coqueto rincón larachés, con pasado ballenero y presencia de oficio mariñeiro, es hoy la pesca deportiva lo que más se ve, pero el mar, de una forma y de la otra, sigue siendo eje y referente. Es por ello que el homenaje a la patrona de los marineros se vive de forma especial, como se vio ayer en la misa de campaña, en la ofrenda floral y en la procesión marítima. Una veintena de embarcaciones siguieron a la Vila de Caión, del patrón mayor de la cofradía, Héctor Morgade, este año portadora de la imagen. El trayecto dio para hablar de otros tiempos. Mar adentro se notó la niebla, pero nada empañó ni las sirenas ni la alegría de la jornada, compartida por las autoridades locales, alcalde a la cabeza.
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