El alcalde destaca el «orgullo» que supone la recuperación de la iglesia de Las Salinas de Cabo de Gata durante el acto de consagración
“Hoy es un día de felicidad y de orgullo para los cabogateros y para todos los almerienses porque hemos recuperado un símbolo histórico, una seña de identidad de Las Salinas, de Almería y de la provincia, como es esta iglesia tan emblemática y tan querida por todos”. Con estas palabras, el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, definía el sentir de las decenas de ciudadanos que esta mañana han acudido a la consagración de la iglesia de San Miguel Arcángel de Cabo de Gata y de su altar y de muchos más que no han estado presentes, pero que sienten una especial devoción por este templo, que vuelve a acoger eucaristías casi ocho años después tras someterse a una profunda rehabilitación.
El acto, de más de dos horas de duración y amenizado por el coro del Seminario, ha sido celebrado por el obispo de la Diócesis, Adolfo González, y ha estado cargado de emotividad, como así lo han demostrado los fieles que abarrotaban la iglesia, junto a varios miembros del Equipo de Gobierno municipal, y los que seguían la ceremonia desde fuera a través de los altavoces instalados al efecto, con los aplausos espontáneos con los que han festejado la recuperación del centenario templo, cuyo interior alberga la imagen de la Virgen del Carmen, como deseaban los vecinos, y la de San Miguel, que es la referencia histórica y emocional del barrio, no en vano se llama San Miguel de Cabo de Gata.
Cabo de Gata recupera así un singular símbolo integrado en un paisaje único que, el próximo domingo, a las 11.00 horas, volverá a celebrar misa con normalidad para gozo de los católicos, pero también de muchas vecinos a los que la iglesia les trae múltiples recuerdos a la memoria y de quienes ven en el lugar un espacio para la inspiración.
La rehabilitación costó 400 000 euros, el Ayuntamiento puso 100 000
La rehabilitación del templo ha supuesto una inversión de 400.000 euros, el 25 por ciento aportado por el Ayuntamiento a cambio de la cesión durante diez años de un espacio para ubicar una oficina de información turística. La sala que cederá el Obispado al Consistorio se encuentra adyacente a la denominada ‘Cripta de la Iglesia’, debajo del templo, con acceso directo a la vía pública e incomunicada con el resto de la edificación. Su uso fundamental será ejercer de Oficina de Turismo, pero también como sala de exposiciones con temas relacionados con el Parque Natural u otros de análoga naturaleza.
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