“Lo que debemos hacer en las escuelas es enseñar. La religión tiene que ir a la iglesia”.
En el Congreso de la Nación quedó comprometida la ley 1.420. En Mendoza, defienden el carácter laico de la enseñanza.
Luego que la oposición denunciara que el Frente para la Victoria abrió la puerta a la introducción de la religión en los colegios del Estado a través de una modificación a la histórica Ley 1.420, que garantizó la enseñanza gratuita, obligatoria y laica en todo el país, las reacciones no se hicieron esperar.
“La educación es y debe ser siempre laica”, dijo Mirta Faget, secretaria gremial del Sute de Godoy Cruz, quien agregó que“los que quieren rezar que se vayan a la iglesia, pero que no lo hagan en las escuelas”.
La reacción de la dirigente gremial, quien también sostuvo la posición de la Lista Marrón al interior del gremio, se debe a que el kirchnerismo -según denuncian en la oposición- descartó la conocida ley de educación 1.420 que incorporó el principio de la laicidad de la escuela pública argentina, en el trabajo de la comisión bicameral de Digesto Jurídico Argentino, por considerar que es una norma antigua pero que sus principios están contenidos en otras leyes modernas.
La oposición en el Congreso Nacional mencionó que al descartar esa ley “el oficialismo está abriendo la puerta para que se enseñe religión en las escuelas”.
En Mendoza, Faget dijo: “No estamos de acuerdo, vamos a dar pelea para que estos principios sigan siendo vigentes y si es necesario iremos ante la fiscalía para presentar los recursos necesarios”.
“Lo que debemos hacer en las escuelas es enseñar. La religión tiene que ir a la iglesia” indicó la dirigente.
En una firme defensa de la posición, Faget señaló que “no deben sacar la palabra laica porque si no sería ponernos una venda en la boca”.
