Quitar los urinarios de las mezquitas, al considerarlos contrarios al Islam, le ha costado perder el puesto al gobernador de la ciudad turca de Ordu, en el mar Negro.
Los medios turcos informaron hoy de que el Gobierno turco, islamista moderado, ha destituido y llamado a consultas a Ali Kaban, hasta ahora representante gubernamental en Ordu, ante la polémica desatada por su decisión de eliminar los urinarios de las mezquitas de la ciudad.
Kaban justificó su actitud en que los aseos son poco higiénicos y contradicen las creencias musulmanas.
El asunto despertó revuelo en el país eurasiático y llegó a los diarios nacionales, que resaltaron las palabras del gobernador asegurando que no usaría "conceptos absurdos como la civilización contemporánea", un principio base en el ideario de la Turquía moderna fundada por Mustafa Kemal Ataturk.
Orhan Duzgun, director general de Patrimonio Cultural, ha sido nombrado nuevo gobernador de Ordu, una ciudad con un alto potencial turístico.