La italiana Caterina Bonci, de 38 años, acusó a las autoridades eclesiásticas de la ciudad de Fano de haberla despedido de su empleo como maestra de religión en un colegio católico por considerar que su aspecto es “muy atractivo” y su vestir “demasiado sexy”.
La iglesia se defendió de la acusación indicando que la verdadera razón del despido fue el estado civil de la mujer:divorciada.
La maestra aseguró que se divorció en el año 2000 y que nunca escondió esa situación a las autoridades católicas. Asimismo, argumentó que siempre se vistió adecuadamente para impartir clases y defendió su derecho a escoger el vestuario que quisiera fuera del trabajo. “No veo cual es el problema si una profesora es atractiva o no, si ella está calificada” para el empleo, sostuvo.
Bonci está recorriendo los medios de comunicación italianos denunciando el despido y exigiendo su empleo de vuelta. Hace 14 años que es maestra de religión.