Ante la polémica suscitada con la proposición no de ley aprobada el miércoles pasado por la Comisión de Educación del Congreso que insta al Gobierno a que se retiren los símbolos religiosos de los centros educativos, la asociación aragonesa MHUEL, Movimiento hacia un Estado Laico ofrece las siguientes consideraciones:
- El Estado y sus instituciones (entre otras, sus centros de enseñanza) pertenecen al ámbito público, y representan y están al servicio de toda la ciudadanía. Las ideas, creencias e ideologías de las personas individuales y de los grupos pertenecen, en cambio, solo al ámbito privado.
- El Estado y sus instituciones deben garantizar el pleno ejercicio de la libertad de conciencia (la libertad religiosa solo es un caso más dentro de la libertad de conciencia) a toda la ciudadanía sin distinción ni discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, tal como estipula la Constitución española y avala una reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la retirada de los símbolos religiosos de los colegios públicos
- El Estado y sus instituciones no deben adscribirse, de derecho y de hecho, a ninguna confesión religiosa
- El Estado y sus instituciones tampoco deben privilegiar a ninguna confesión religiosa dentro del ámbito público y en lo que concierne al ejercicio de los derechos y libertades de toda la ciudadanía.
- El Estado y sus instituciones tampoco deben ostentar en ningún lugar o local publico símbolos pertenecientes a alguna confesión religiosa.
- Que en los centros de enseñanza del Estado no haya símbolos religiosos no es una agresión contra alguna institución religiosa o contra la libertad religiosa de la ciudadanía, sino solo una muestra de que el Estado es de todos y para todos los ciudadanos, y que garantiza el pleno ejercicio de la libertad de conciencia en total igualdad de condiciones.
- Estos mismos principios deben aplicarse a cualquier otra institución o servicio del Estado, como, por ejemplo, hospitales, cuarteles, funerales de Estado y festividades públicas.
- Estos mismos principios deben aplicarse también a los Ayuntamiento. Concretamente, en el Ayuntamiento de la ciudad de Zaragoza, además de asistir oficial y públicamente la Corporación Municipal a actos y celebraciones católicas, se coloca un símbolo confesional católico (un crucifijo) en la mesa presidencial de la Sala de Plenos.
- La asociación aragonesa MHUEL, Movimiento hacia un Estado Laico ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo en el Juzgado nº 3 de lo Contencioso-Administrativo de Zaragoza contra tales elementos confesionales del Ayuntamiento zaragozano con el único objetivo de que adquiera su plena identidad aconfesional y laica, tal como le corresponde como institución del Estado al servicio de la ciudadanía zaragozana
- La asociación aragonesa MHUEL, Movimiento hacia un Estado Laico insta al Ayuntamiento zaragozano y a su alcalde, D. Juan Alberto Belloch, a reconsiderar y corregir estos aspectos netamente confesionales, contrarios al ordenamiento constitucional y al dictamen del Tribunal de Estrasburgo sobre la presencia del crucifijo en espacios públicos.
Zaragoza, en vísperas del Día de la Constitución, a 4 de diciembre de 2009