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Cristianos perseguidos por el Islam

Millones de ellos son acosados a diario a causa de su adscripción religiosa en cerca de sesenta países, en su mayoría musulmanes

«Los cristianos están desesperados, así que no es extraño que tantos se vayan del país. En sus corazones desean quedarse, pero la situación es tal que prefieren vivir fuera de Irak». Las palabras del obispo auxiliar de Bagdad, Andreas Abouna, confirman la dramática situación de los 750.000 cristianos que todavía viven en este país, asediados primero por Sadam Hussein y posteriormente por la ocupación y las milicias.

Desde el comienzo de la guerra, más de un millón de cristianos iraquíes han abandonado su territorio, huyendo mayoritariamente a Jordania o Kuwait, puesto que tras las otras fronteras de Irak (Irán, Siria, Arabia Saudí y Turquía) la presencia de seguidores de Cristo tampoco es bien recibida.

Si bien la situación de los cristianos en los países de mayoría musulmana nunca ha sido la mejor (a excepción de países como Jordania, donde la libertad religiosa tiene plena vigencia), las trabas con las que se encuentran responsables de iglesias, misiones y asociaciones cristianas se han multiplicado, hasta alcanzar tintes de auténtica persecución en algunos países, desde la polémica suscitada por las caricaturas de Mahoma.

«Malditos» en 60 países

Según los datos publicados por el Departamento de Estado norteamericano, los cristianos son «malditos» en alrededor de sesenta países de todo el mundo, especialmente en Asia y África. Aunque algunos de los casos más sangrantes no tienen como protagonistas a regímenes islámicos (es el caso de China, donde el propio Estado controla su particular «Iglesia Patriótica», o la India, país en el que los extremistas hindúes queman a la par iglesias y mezquitas), lo cierto es que la relación entre violencia anticristiana y fundamentalismo islámico es muy estrecha.

Así, dieciséis de los veinte estados donde la libertad religiosa de los cristianos está más amenazada son países de mayoría musulmana. Para Attillio Tamburrini, responsable en Italia de la asociación «Ayuda a la Iglesia Necesitada», la persecución a los cristianos por parte del Islam es especialmente patente en países como Nigeria, Irán o Arabia Saudí.

«Este año estamos teniendo muchos más problemas con la historia de las caricaturas de Mahoma, que han provocado una reacción contra los cristianos», opina el experto, quien añade que esta situación también se debe al «laicismo agresivo» que se vive en Europa, y que postula que «la Santa Sede tiene más denuncias por violación de derechos humanos que regímenes comunistas como China o Cuba».

Tamburrini es uno de los autores del Informe sobre Libertad Religiosa en el Mundo, que todos los años elabora esta organización católica, y en la que se denuncian las trabas a la libertad de culto y las persecuciones contra los seguidores de Jesús en todo el mundo. El estudio, cuya edición de 2006 verá la luz en los próximos días, divide el mundo en varios colores, dependiendo de las complicaciones de tipo político, religioso o cultural que viven los cristianos en todo el mundo.

Mapa de la persecución

Los estudios de Ayuda a la Iglesia Necesitada y el Departamento de Estado norteamericano son los grandes elementos de juicio para elaborar un mapa de la persecución religiosa a cristianos en los países de mayoría islámica. En ellos se aportan datos concretos de persecuciones, encierros, quema de iglesias, cierre de escuelas e incluso asesinatos de misioneros y responsables diocesanos.

La fuerte y rápida implantación del Islam en el mundo se refleja en más de 1.300 millones de fieles. Cuarenta y cuatro estados se reconocen como musulmanes, y en muchos de ellos la práctica de otra confesión distinta al Islam aparece vetada. La libertad religiosa que se exige en los países occidentales no tiene reciprocidad en estados como Arabia Saudí, Yemen o Indonesia.

Un repaso a ambos informes nos revela, por ejemplo, cómo países como Argelia, donde anteriormente la convivencia de distintas religiones era armónica pese a la laicidad del Estado (fruto en buena medida de la colonización francesa), han introducido una ley «anticonversión» que, en la práctica, impide la tarea evangelizadora de sacerdotes y misioneros.

En África, la situación es especialmente preocupante, por cuanto muchos de los países con mayoría islámica también tienen que luchar contra una distribución territorial basada en las tribus. Así, señalan desde Ayuda a la Iglesia Necesitada, «el conflicto religioso se une al tribal y cultural, y allí donde penetra el Islam se acaba cualquier otra posibilidad de que una cultura perviva». La base del enfrentamiento es difícil de encontrar, pero lo cierto es que, finalmente, los que se llevan la peor parte son los misioneros cristianos. «Cuando matan a un misionero en África, es porque se trata de un testigo», opina Tamburrini.

La «sharia» se impone

En Nigeria, la aplicación de la «sharia» en algunos estados está causando numerosos conflictos en los lugares donde los cristianos son minoría. Se observa una creciente imposición de la cultura y religión musulmanas, que no aceptan la presencia de lo cristiano. Somalia, Yemen, Eritrea o Egipto (donde siguen extendiéndose «graves problemas de discriminación, intolerancia y violación de los derechos humanos contra miembros de las religiones minoritarias») son otros de los estados africanos donde ser cristiano supone un auténtico riesgo. La violencia y el conflicto religioso es una constante en los países de Oriente Medio, excepción hecha de Jordania, donde se mantiene una exquisita libertad religiosa pese al creciente fundamentalismo en las zonas limítrofes con Irak.

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