Después de años de sospechosas concesiones a familiares y abusos de coche oficial, inicia su andadura como presidente de la cámara
Juan Cotino será el nuevo presidente de Les Corts valencianas. Por si no fuera poco el hecho de que la cámara esté plagada de imputados e implicados en casos de corrupción, o la carga policial contra la gente que protestaba pacíficamente en la puerta, Cotino ha querido poner un granito más a la polémica colocando su crucifijo personal en el emblemático puesto que ocupará a partir de ahora y a la vista de todos los diputados.
Todavía no había sido designado oficialmente presidente de Les Corts, por 55 votos, pero Cotino ya había marcado su territorio colocando la cruz que durante todo este tiempo le ha acompañado en su despacho personal.
Fuera de su intimidad
Al hasta ahora vicepresidente tercero del Gobierno valenciano no le valía con colocar la cruz en la intimidad de su residencia u oficina. Tenía que estar presente ante los diputados que representan a todos los ciudadanos valencianos, cristianos o no. La iniciativa del ex director general de la Policía, en tiempos de Jaime Mayor Oreja y José María Aznar, y miembro del Opus Dei no ha gustado a los grupos parlamentarios de Compromís y Esquerra Unida (EU), que han criticado que símbolos como éste no tienen sitio en un Estado “aconfesional”.
“Muy incómodos”
Enric Morera, de Compromís, ha dicho que los diputados de su grupo se han sentido “muy incómodos” porque los símbolos religiosos “no deberían estar en las instituciones” de “un Estado aconfesional”. Y ha agregado que, aunque “como cristiano” lo respeta, considera que éste “no es su sitio”.
Respeto a los valencianos
Mientras, la portavoz de EU, Marga Sanz, ha calificado de “increíble” que en un Estado “aconfesional” se ha colocado un crucifijo en el acto de constitución de Les Corts y ha defendido que este símbolo ha de desaparecer “por respeto a todos los valencianos, a la Constitución y al Estatuto”.
Chófer, paella y misa
Juan Cotino es uno de los miembros más problemáticos del anterior Govern de Francisco Camps. En 2009 protagonizó un sonado escándalo por uno de los temas que ahora han adquirido especial polémico: el uso de coches oficiales. Y es que el vicepresidente valenciano no se cortaba un pelo en utilizar estos vehículos para acudir a sus habituales misas o recoger paellas, tal y como denunciaron los chóferes.
Relaciones familiares
Pero la mayoría de las críticas a Cotino vienen de las relaciones empresariales de su familia, que han sabido sacar partido de la administración pública en los sectores por los que él pasaba. Es el caso de la empresa Sedesa, que gestiona su sobrino Vicente Cotino, quien a su vez tenía unas fantásticas relaciones con El Bigotes, uno de los cabecillas de la Gürtel, a quien no tenía reparo en acompañar a sus fiestas en Marrakech.
Difamaciones
Atendiendo a los casos descubiertos, uno podría caer en el error de que Cotino dedica la mayor parte de su jornada laboral a realizar concesiones a empresas en las que al final su apellido acaba saliendo en el desglose de accionistas. Pero no es así. El ya vicepresidente de Les Corts también repartía su tiempo en difamar desde los medios. En febrero de este año llegó a decir que el caso Faisán existía una posible financiación de Zapatero a ETA: “Allí se estaba negociando para pagar dinero a ETA, para que comprara las pistolas y los explosivos con los que volaron la T-4 y que los criminales viviesen refugiados en Francia”.
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