* El Ayuntamiento desplegará 4.000 policías locales. * Recoletos, Cibeles y Prado podrían cerrarse totalmente del 16 al 20 de agosto. * El Consistorio calcula que cerca de 1,3 millones de personas se sumen a los turistas que cada año v
La visita del Papa Benedicto XVI a la capital conllevará importantes cortes de tráfico del 12 al 20 de agosto. El Ayuntamiento de Madrid informó ayer de que tiene previsto restringir la circulación entre los días 12 y 16 en el paseo del Prado, Cibeles, paseo de Recoletos y Puerta de Alcalá (Centro) debido a la masiva afluencia de visitantes. El Consistorio calcula que cerca de 1,3 millones de personas se sumen a los turistas que cada año vienen a la ciudad. También se espera que un millón de madrileños acudan a los actos.
Es más, incluso se anunció la posibilidad de cortar totalmente el tráfico en estas calles del 16 al 20, motivo por lo que el Gobierno local pidió a los madrileños que usen el transporte público durante esas fechas, aunque teniendo especial cuidado con los autobuses, ya que probablemente muchos tendrán que cambiar su recorrido habitual.
Los organizadores de la visita aseguran que costará 50 millones de euros Además, para garantizar la seguridad, se desplegarán por la ciudad 4.952 policías nacionales (muchos provenientes de otras comunidades autónomas) tal y como adelantó 20 minutos el miércoles, 1.198 guardias civiles y 4.000 policías municipales de los cerca de 5.000 con los que cuenta actualmente el Cuerpo. Aparte, se contará con la ayuda de 1.000 voluntarios de Samur-Protección Civil.
Durante su visita, el Pontífice tiene programados una serie de actos que se iniciarán con su bienvenida en Cibeles, continuarán con posteriores eventos en el eje Prado-Recoletos, Retiro, la catedral de la Almudena y en el aeródromo de Cuatro Vientos y terminarán con su despedida en el Parque Juan Carlos I.
Coste del despliegue
El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, explicó este jueves que la movilización de policías municipales y efectivos de emergencias tendrá "un coste, como tiene un coste cualquier evento especial, como un partido de fútbol" y que muchos agentes se verán privados de sus vacaciones. Los organizadores de la visita aseguran que costará 50 millones de euros. Dos terceras partes vendrán del pago de los peregrinos; el resto, de patrocinadores.
