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Coronavirus y religión: un foco de riesgo en todo el mundo

Una secta cristiana de Corea del Sur es el origen del 57% de los contagios

En Irán, se difunden vídeos de creyentes saltándose la prohibición de lamer y besar la mezquita de Qom

La misa cristiana se ha alternado en todo el mundo para minimizar el riesgo de contagio

La identificación por parte del Ministerio de Sanidad de una comunidad religiosa de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz como uno de los focos del coronavirus que se investiga en España pone el foco en la incidencia del COVID-19 en diferentes comunidades de creyentes en todo el mundo.

El riesgo asociado a las prácticas religiosas es en cierto modo lógico. Son reuniones de personas con distancias estrechas y a menudo realizan gestos de cercanía corporal para manifestar la cohesión y la amistad. También se comparten objetos o alimentos como sucede, por ejemplo, con en la comunión cristiana con el pan y el vino.

Corea del Sur: sacerdote acusado de homicidio

El caso más llamativo es el de Corea del Sur, donde una secta cristiana de la ciudad de Daegu está en el origen del 57% de todos los casos confirmados en el país. Eso explica incluso la preeminencia de contagios de mujeres entre los veinte y treinta años, algo extraño para los expertos pero que se debe a que éste es el perfil mayoritario entre los feligreses. El líder del grupo religioso, sin embargo, ha dado negativo. Lee Man-hee ha pedido perdón después de ser acusado por las autoridades de homicidio. Miembros de su secta estuvieron en Wuhan, no se marcharon cuando empezó el brote y después no han cooperado con las autoridades surcoreanas.

Irán: a lametones contra el COVID-19 

En Irán, el epicentro del brote también es religioso. Los contagios se propagaron desde la ciudad santa de Qom. Lejos de asustarse, en las últimas horas están circulando vídeos de los fieles cumpliendo con la tradición de lamer y besar distintos ornamentos de una mezquita. Algunos incluso hacen que sus hijos sigan su ejemplo.

Estoy aquí para lamer la tumba de Fátima al-Masuma y así ponerme enfermo. De esta manera, he limpiado el virus. Pueden venir aquí de visita”, dice un hombre en uno de estos vídeos, difundidos por la periodista Masih Alinejad para criticar la falta de responsabilidad de los peregrinos y, a su juicio, también del régimen iraní.

El Ministerio de Salud iraní ha recomendado no besar ninguna parte de la mezquita, pero las autoridades no han querido frenar la llegada de peregrinos porque consideran que eso incrementaría el pánico. Sólo se impide la entrada de extranjeros.

La monarquía de Arabia Saudí, rival en la región de los ayatolás iraníes, ha optado por una medida similar. Ha suspendido por el momento la llegada de extranjeros para la peregrinación a La Meca que se celebra este verano.

Cambios en el rito cristiano

Una imagen similar a la de Qom puede verse en algunas iglesias ortodoxas de Rumanía. Los sacerdotes han desinfectado los iconos que besan habitualmente los creyentes y han pedido a la gente que traiga cucharitas de casa para evitar beber el vino sacramental directamente del cáliz. El problema es que no todos siguen estos consejos.

En muchas iglesias católicas, desde México hasta Filipinas pasando por España o Italia, ya se evita estrechar manos en el momento de dar la paz. En México, los obispos incluso han pedido que se acorten las misas y se ha retrasado la colecta de la limosna para que no sea antes de la comunión, cuando muchos se llevan las manos a la boca. Se trata de evitar que los feligreses toquen sus labios justo después de haber manejado dinero (monedas y billetes pueden estar contaminados con el virus).

Una recomendación extendida en todo el mundo es no recibir la hostia consagrada directamente en la boca, sino en la mano. Y la Iglesia mexicana ha recomendado a los curas que no digan la tradicional fórmula “el cuerpo de Cristo”, para evitar la emisión de gotas de saliva. En algunos templos se han colocado carteles para recordar la importancia de lavarse las manos.

Habrá que ver cuál es la situación sanitaria cuando llegue la Semana Santa. De momento, nadie se ha planteado suspender las procesiones.

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