Un grupo de padres y madres de Hernani se concentraron ayer ante la delegación de Educación en San Sebastián para protestar por la imposibilidad de matricular a sus hijos en la ikastola Langile, un centro que se integró en la red pública a principios de los 90, en el que la oferta de plazas ha quedado por debajo de la demanda. En concreto, han sido 20 los niños y niñas que en principio no podrán iniciar el próximo curso su itinerario escolar en el centro elegido como primera opción por sus familias y han sido reubicados en otros centros. Además de la concentración, que presidió una pancarta que defendía una «escuela pública, laica, euskaldun y de calidad en Hernani», tuvo lugar una reunión con representantes de Educación y, por la tarde, se presentó una moción en el pleno del Ayuntamiento de Hernani.
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