El Gobierno catalán ha anunciado que pretende eliminar la clase de religión católica y colocar en su lugar una asignatura de religiones, cuyo currículo sería definido por la Generalidad y no por las distintas confesiones, según explica este sábado el diario ABC. "El Gobierno catalán, con absoluto desprecio hacia la Constitución española, los acuerdos con la Santa Sede, la normativa internacional que ampara la libertad de enseñanza y la libertad de religión, y contra la voluntad de más de tres millones de ciudadanos españoles, pretende dictatorialmente imponer a las familias catalanas cómo educar a sus hijos, excluyendo al clase de religión de los colegios", asevera Concapa, la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos.
La asociación considera que el incumplimiento de la legalidad es "grave", pero que es "mucho peor" no contar con la voluntad de las familias que son "las únicas legitimadas para exigir a cualquier gobierno cómo debe ser educados sus hijos". Esta actitud es -según Concapa- "dictatorial" "antidemocrática" y "sectaria". "Si estos socios del Gobierno central van a imponer el mismo estilo educativo para toda España, ya sabemos que se acabó la libertad de enseñanza, y que la Constitución no es sino papel mojado, inservible, puesto que no es respetada por nuestros gobernantes", asegura
"Parece ser que los gobernantes catalanes, de confirmarse la voluntad de imponer los sectarios postulados laicistas a las familias catalanas que desean que sus hijos sean educados conforme a sus convicciones morales y religiosas, se han olvidado de la obligación que tienen de servir a sus ciudadanos, confundiendo la política con la propiedad de la voluntad de las familias", indica Concapa.
Además, recuerda que Cataluña fue "especialmente activa" en la campaña de recogida de firmas a favor de la clase de religión, que aglutinó más de tres millones de rúbricas.
