Entre tantas cuestiones que vienen ahogando la dignidad del ser humano, nos encontramos con el tremendo intervensionismo que tiene la Iglesia en los asuntos del Estado.
Desde un estado socialista se debe impulsar un sistema en el que el hombre y la mujer reciban una educación totalmente ajena a cualquier confesión religiosa
Una educación que tenga como finalidad el formar personas libres, independientes y consecuentes con sus actos.
Haciendo uso de esa independencia, cada cual podrá decidir, sin presiones, el camino a seguir.
Y es, en este camino, elegido libremente por cada cual, el Estado, ni debe ni puede promover ninguna confesión religiosa.
El Estado, o mejor dicho, un Estado Socialista tiene otros objetivos, que se ven claramente perjudicados por la intromisión económica y educacional que en estos momentos venimos padeciendo los ciudadanos y ciudadanas por parte de la Iglesia Católica.
Desde la Izquierda Socialista de Albacete manifestamos, con rotundidad nuestra postura
– a favor de la separación Estado-Iglesia
– que ésta deje de percibir cantidad alguna de las Arcas Públicas buscando sus propios medios de financiación, y
– que a la Iglesia no se le permita intervenir en los asuntos que al Estado le competen.
Albacete, a 6 de febrero de 2010.
