El miércoles pasado, la Corte Constitucional señaló que el aborto no es delito en los casos de "acceso carnal violento", grave malformación o enfermedad del feto y, también, cuando el embarazo ponga en riesgo la vida o la salud de la mujer.
Ese fallo fue considerado desde Roma, a través de RCN Radio, como "una noticia muy triste", por el prefecto del Consejo para la Familia, el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo.
Entre tanto, el arzobispo de Bogotá, cardenal Pedro Rubiano Sáenz, lanzó la advertencia de que todas las personas que faciliten la práctica del aborto, incluidos los magistrados de la Corte que aprobaron la despenalización, "serán excomulgados".
Córdoba Triviño señaló que desde la entrada en vigencia de la Constitución de 1991, Colombia "está regido por un Estado laico, lo cual implica la separación entre la legislación y la Iglesia".
"Entendemos la reacción de la Iglesia Católica, porque el tema del aborto ha sido una de las banderas de sus altos jerarcas en la defensa del derecho a la vida", indicó el presidente del alto tribunal.
El magistrado Araújo Rentería afirmó, a su turno, que "como jueces constitucionales fallamos en derecho" y, por tanto, dijo esperar "respeto y acatamiento de las decisiones" adoptadas. Coincidió con Córdoba en señalar que Colombia "es un país laico" y agregó que "el Estado no persigue ni protege a ninguna religión".
La Sala Plena de la Corte Constitucional falló por cinco votos contra tres la demanda civil que buscaba que el aborto fuese despenalizado en circunstancias especiales.
Un comunicado del Episcopado colombiano, suscrito por su actual presidente y arzobispo de Tunja (Boyacá), Luis Augusto Castro, señaló que lamentaba que la Corte "no haya tomado una decisión firme a favor de la vida humana, de toda la vida humana".