Representantes de distintos colectivos de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales presentaron hoy en al Arzobispado más de 1.800 apostasías nuevas, y otras 1.500 del año pasado, para solicitar la cancelación de los datos personales de todos
La renuncia a la fe católica y la "exigencia" de que borren los datos personales de estos archivos es la respuesta a "la continua injerencia de la Iglesia en la sociedad, con su rechazo a los derechos de gays y lesbianas", señaló la representante de Europa Laica, Enmma Rodríguez.
Con esta iniciativa, los distintos colectivos y organizaciones participantes en esta campaña que desarrollan desde hace años, pretenden dejar de "ser cómplices de la homofobia de la Iglesia, su machismo, su clasismo, su misoginia y su rancio conservadurismo".
El representante del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM), Fernando Pallás, declaró a Efe que la Iglesia no considera "personales" los datos recogidos en sus archivos, sino que se califican como "datos históricos" que no pueden ser borrados de unos archivos "inviolables por un Concordato de reminiscencias franquistas" al que Pallás calificó de "preconstitucional e inconstitucional" En la campaña de Apostasía 2005 se han recogido más de 1.800 solicitudes que se suman a las 1.500 del año anterior, en total más de 3.300 personas han pedido a la Iglesia la cancelación de sus datos.
A pesar de las campañas que los últimos años han realizado los colectivos de gays, homosexuales, bisexuales y transexuales de todo el país con la intención de apostatar de la religión católica el proceso es largo e intrincado y muy difíciles de obtener los resultados que desean, ya que la Iglesia considera que los libros de bautismos, confirmaciones y matrimonios "recogen hechos" y éstos "no se pueden anular por decisiones posteriores".
