El rechazo al velo islámico en las aulas se extiende a las zonas francófonas de Bélgica. Cientos de personas se han manifestado este sábado en Bruselas para reclamar a las autoridades que sigan la senda marcada a principios de mes por el Consejo de Enseñanza de la comunidad flamenca, y que prohíban el uso de las prendas religiosas en todas las escuelas públicas.
Entre los asistentes se econtraba Karima, de la asociación “Insumisas sin velo”: “De niña tenía el pelo largo, con trenzas -recuerda-. Pero me cosían las trenzas al pañuelo”.
La misma belicosidad muestra la asociación francesa “ni putas ni sumisas”, que ha querido estar presente en la protesta: “Los flamencos han sabido guardar el principio de igualdad e integración entre los alumnos -decía una de sus activistas-, que serán los adultos del mañana. Así que pedimos a la comunidad francófona que adopte la misma posición”.
Hasta ahora, son los colegios los que deciden si se prohíbe o no el uso del velo en las aulas. Según las encuestas, el 90% de los centros escolares de Valonia han cerrado sus puertas a los símbolos religiosos. Muchos musulmanes optan por llevar a sus hijos al 10% restante.