En las pasadas elecciones europeas los resultados, que se dieron en varios países de nuestro entorno, llevaron a los analistas y políticos a lanzar “¡vivas!” de alivio. Al parecer en el Estado español no se había producido el peligroso repunte de los partidos de extrema derecha, como sí había sucedido en Francia, Dinamarca, Holanda y varios más.
La tristísima realidad es que, vistos los acontecimientos posteriores a la fecha electoral, es posible que en nuestro país la extrema derecha no solo haya repuntado sino que este ocupando el gobierno de la nación.
Sólo así es entendible la actuación, que están teniendo los comediantes de la compañía del partido en el gobierno, en el último sainete representado en el incomparable marco de la iglesia de los Jerónimos y que lleva por título “Un curita montaraz y deslenguado”.
Repasemos el reparto:
Cristina Cifuentes en el papel de “vigilante de chapitas”. En una magistral actuación la delegada del Gobierno en Madrid nos obsequió, días atrás, con una exquisita represión de la libertad de expresión, no fueran a dañarse los castos ojos de la pareja real el mismo día de la proclamación. Según sus propias palabras sobreactuó con sus instrucciones al impedir la exhibición de simbología republicana. “La ‘marca España’ hubiera quedado dañada por la exhibición de distintivos que mostraran discrepancias con de Jefatura del Estado”. Aunque la Jefatura sea impuesta.
Jorge Fernández en el papel de “Medallitas tengo”. El todavía Ministro del Interior, corrió como alma que lleva el diablo para encontrar conexiones con el islamismo radical y con el terrorismo fanático dentro de las redes sociales que le critican a él y a la panda que le adula. Amenazó con la dura intervención policial.
El fiscal General del estado en el papel “Soy muy independiente”. Un órgano institucional como la fiscalía actúa como acusación a requerimiento. Salvo que haya que acusar a un trabajador detenido por participar en un piquete informativo, entonces presenta la acusación para que sobre el malhechor caiga “todito” el peso de la ley.
Pedro Sánchez en el papel “Pregúntale a Susana”, todavía mirando a un lado y a otro para saber si está a la izquierda, a la derecha o sólo es medio pensionista.
Mariano Rajoy en el papel “Y ya tal…” nos deleita con sus conferencias tipo…, “de futbol bien gracias, ¡cuánto llueve!”.
El esperpento tiene la siguiente trama:
“La vigilante de chapitas”, tan diligente para otras cosas, no alcanza a ver que, una misa convocada en la iglesia de los Jerónimos de Madrid en exaltación del infame levantamiento militar, iba a tener como protagonista a un cura deslenguado que llama a la repetición del levantamiento castrense.
Sin ser letrado se me ocurren varios excesos cometidos por el oficiante que pueden ser constitutivos de delito; incitación a la rebelión militar, incitación a la subversión, incitación violenta a revertir el Orden Constitucional, reunión para la sedición y el más grave: Apología del golpismo militar.
“Vigilante de chapitas” está informándose si estas menudencias perjudican la ‘marca España’.
“Medallitas tengo” estaba enfrascado en buscar en twiter indicios de terrorismo salvaje en un mensaje que decía “¡Hala que guay!” Ese ‘Hala’ es ¿con hache sin tilde o sin hache? Que se esconde mucho malvado tras una letra. Investigar al cura parlanchín no parece, de momento, merecer la pena para el ministro. Al fin y al cabo la homilía es palabra de dios.
“Soy muy independiente” espera instrucciones para NO influir en el fiscal, que luego hay mucho mal pensado que dice que dirige la actuación de la fiscalía como si se tratara de un Horrach cualquiera.
“Pregúntale a Susana” y “Y ya tal…” esperan, respectivamente, órdenes y acontecimientos. Después ya veremos. Pueden ponerse de acuerdo en cinco minutos para una modificación exprés de la Constitución, pero limitar la difusión y apología del golpismo…, amigo eso son palabras mayores. Con la Iglesia hemos topado.
En la Iglesia precisamente reside la cuestión. Monseñor Rouco “El guardián de la esencia rancia” nos deleita con un “cameo” y no encuentra motivo alguno para corregir al clérigo. Hace muy poquito tiempo él dijo cosas parecidas aunque no tan explícitas, según él “El destino de una España unida, humana, espiritual y social depende de saber volver a sus raíces cristianas2. A buen entendedor sobran las palabras. Ya llevaron al traidor bajo palio para recuperar las raíces.
Francisco I “Buenas palabras”, bastante tiene con los escándalos de obispos pederastas y las finanzas vaticanas para preocuparse de un cura bobo que saca los pies del tiesto. Además si el gobierno español no dice nada, quien es él para juzgar a un leal socio de Concordato.
Al final de la misa-esperpento un amigo noruego me pregunta ¿Qué ha pasado? Yo a su vez le respondo con otras preguntas ¿te imaginas que existiera una fundación Hitler en Alemania? O ¿Mussolini en Italia? O ¿Stalin en Rusia? O ¿Ceaucescu en Rumanía? ¡No claro!, pues eso. Esto es “España”. La extrema derecha y la iglesia para gobernar no necesitan ganar en las urnas.
Tras la misa cantan el "Cara al sol" en la puerta de la iglesia de los Jerónimos (Foto AJE)
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