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Celebrando a Juarez

Dircurso pronunciado por Ulises Maldonado Hernádez en un acto de celebración del nacimiento de Benito Juárez. El laicismo sufre ataques en países constitucionalmente laicos como Francia, México,… ante lo que es preciso levantar la voz y luchar por mantener el gran avance de la convivencia democrática que supone el laicismo.

Fieles seguidores practicantes de la tradición política nacional y  ¡Hombres Libres Pensadores!, forjadores del progreso a lo largo del tiempo
 
            El día de hoy, celebramos una magna ceremonia para evocar  a la memoria, el nacimiento de la idea que ha sido senda fundamental de la Libertad y Soberanía del México actual.
 
            Nuestra historia nacional, rica fuente de ilustres ejemplos, quizá no tenga uno más admirable que aquel que, en un día como hoy de hace 203 años, comenzara su marcha hacia la gloria de la historia del continente y de un poco más allá. Me refiero al benemérito de las Américas.
 
            No cabe hacer comparaciones, ni tratar de equipararle con el resto de nuestros héroes, él, al igual que ellos, lo dió todo, la diferencia radica en el “como” lo hizo y tal vez fue por esa pequeña pero significativa diferencia que logró inscribir su nombre en las páginas de la historia. Historia por la que estamos reunidos hoy aquí.
 
            Buenas tardes, soy Ulises Maldonado Hernández y en nombre de quienes confiaron en mi, para ser el porta voz de su alto sentir patriótico y liberal en este día les doy las gracias, porque sin importar su doctrina religiosa, política o filosófica, se dieron lugar para engalanar con su presencia éste evento de honra, dedicado al ilustre Benito Pablo Juárez García.   
 
            Hoy, no pretendo hablar de las proezas y alcances históricos de este personaje, ya que ese menester, fue privilegio de quienes me anteceden, mucho menos pretendo hacer uso de la gracia de mi lengua, con palabras elegantes que busquen quedar grabadas en sus pensamientos; ¡No!
 
            Hoy, estoy aquí como un mexicano más, como un igual que todos y cada uno de ustedes; para invitarlos a trabajar de una forma más que decidida, en el fortalecimiento del estado de conciencia social que Juárez nos legó a manera de una doctrina simple, pero que se encuentra encerrada en el principal valor humano (El Respeto al que hoy, llamamos Laicismo).
 
            Pues solo así, lograremos retirar el delgado velo del olvido conservador, que pretende cubrir por completo el sentir, a manera de acciones, de un mexicano orgulloso de su amada patria mexicana.
 
Mexicanos, Hombres y mujeres libres y de buenas costumbres:
            Es momento de retomar e impulsar el compromiso laico con nuestra sociedad, recuperemos el pensamiento Juarista y adecuémoslo a la actualidad de este nuevo siglo, vayamos a la vanguardia sin perder los valores que nos unen y apliquémoslo dejando a un lado, los distingos infructuosos que tanto daño le hacen a la mejora de nuestra sociedad, que tanto nos requiere aquí y ahora.
 
            No llevemos el peso en nuestras espaldas del frívolo remordimiento de lo que pudimos hacer y no hicimos  por nuestra  falta de participación e incompetencia política, social y filosófica; no dejemos en pie barreras donde topen nuestros ideales, donde topen nuestras libertades, mucho menos permitamos que un color, jurisdicción o una imagen entierren a tan noble pensamiento.
 
            Hoy, en el natalicio del orgulloso indio de Guelatao  “Don Benito Pablo Juárez García”… convoco a todos los hombres libres y fieles amantes de la patria, a restablecer la unidad social, y a que la voz de los grupos Políticos, Sociales y Masónicos de manera unísona se levanten en este Estado Libre y Soberano de Guanajuato.
 
            No para aclamar venganzas,  ni avivar odios y rencores estériles, si no para dejar escapar de la nervadura de los laureles, un homenaje de honor y veneración al Juárez del siglo XIX y abrir los oídos, para escuchar las enseñanzas que nos dejó a fin de llevarlas permanentemente vivas en nuestra mente y lograr así desarrollar el ideal azteca de:
 
¡Un rostro sabio y un corazón fuerte!
 

Para que unidos todos hacia un destino promisorio, trabajemos siempre “por el progreso de México”, otorgando mayores oportunidades al desarrollo educativo, empresarial y social. Ya que como hijos del pueblo nunca debemos olvidar que, nuestro único fin debe ser siempre su mayor prosperidad.
 
            No olvidemos que somos los herederos directos de Juárez, razón suficiente para no permitir que su nombre y sus hazañas pasen  a nuestra memoria como algo intangible o imposible de repetirse, debemos de verlo como si estuviera vivo, que en cada reunión de nuestros niños, jóvenes y adultos mexicanos dispuestos a luchar  por el futuro de nuestro país;  se pueda percibir  el espíritu Juarista, que su ejemplo de entrega y arrojo sea la guía de la infancia y la juventud nacionales, que podamos hacer que todos los mexicanos sientan como propia la contestación de nuestro exhorto, que todos los días niños, jóvenes y todos los mexicanos en general podamos contestar:
 
        “por  la defensa de un estado Laico y de nuestra Libertad”.
 
            Deteniendo así, los excesos disfrazados de falsas necesidades sociales y que las instancias Gubernamentales ofrecen satíricamente, favoreciendo con ello a unos cuantos particulares en forma, pero que en el fondo, solo muestran lealtad enajenada a las cúpulas católicas. Ridiculizando e insultando la inteligencia de los ciudadanos, omitiendo por completo las necesidades primarias de la sociedad a la que representan y de la cual provienen.
 
            Defendamos nuestro derecho de recibir una educación laica y gratuita, de decidir por lo que mejor nos convenga y reclamemos la falta de inversión de los erarios públicos en la sociedad que los genera. Condenemos el despilfarro del Gobierno y exijamos lo que nos ha quitado para entregárselo sin reclamo alguno, a manera de obras públicas, a los grupos religiosos del Clero Católico y Político, que buscan destruir la Reforma Juarista para volver a tomar el control del gobierno y de sus libertades.
 
            No sintamos vergüenza del torrente liberal que corre por nuestras venas, no escondamos nuestras convicciones, reflejémonos en el espejo de la historia y no aminoremos nuestros alcances sociales y políticos, al compararlos con las gestas antiguas.
 
       Vivamos con dignidad el legado de Juárez; y honrémoslo con valor y entrega a nuestras convicciones, dejándolo descansar en el panteón de los hombres ilustres, pues nuestro país convaleciente por los acontecimientos actuales; Hoy adolece y necesita de nuevos Beneméritos que surjan desde las entrañas de la sociedad. No sintamos miedo de fallecer en el intento, ¡ya que morir es poco,  cuando la libertad de la patria se muere!, recordemos que Juárez no es propio de la política, ni de la Masonería… la figura de Juárez y su pensamiento libertador, son propios de los mexicanos.
 
            Y creanme cuando les digo mis queridos y venerables amigos que al lograrlo; no habrá juicio en la historia que pueda poner una sola mancha en nuestros actos.
 
Vivamos la Reforma de Juárez, practiquemos el laicismo en nuestras instituciones y fortalezcámonoslo en nuestras escuelas.
 
Que el pueblo y el gobierno respeten siempre los derechos de todos. Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz.

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