José Luis Díez, director de la Revista “Pastoral Ecuménica” y portavoz del Congreso comentó a Veritas que habrá que gastar las “horas que haga falta para dialogar desde la acogida y el testimonio común, ante la sociedad laica”.
El Congreso, organizado por las Misioneras de la Unidad y la Asociación Centro Ecuménico (ACEMU), tenía como objetivo estudiar algunos puntos concretos del vigente Directorio Ecuménico del Pontificio Consejo para la promoción de la Unidad de los Cristianos, aprobado por la Santa Sede en 1993.
Según José Luis Díez, los congresistas insistieron sobre todo en tres cuestiones: la formación ecuménica; las diferencias en las distintas iglesias sobre aspectos sacramentales (sobre todo del Bautismo y la Eucaristía) y la necesidad de un diálogo incansables en la búsqueda de la unidad.
En este sentido, el portavoz recogió algunas conclusiones de monseñor Juan Fernando Usma, oficial del Pontificio Consejo para la promoción de la Unidad de los Cristianos, respecto a la Eucaristía, que sigue siendo un punto importante en las diferencias entre cristianos, sobre todo con los protestantes: mientras católicos y ortodoxos consideran a la Eucaristía un “signo de la unidad”, para los protestantes es un “medio para llegar” a ella.
Díez, comentó que la “intercomunión” es un punto de permanente reflexión en el ecumenismo, pero subrayó que si bien “celebrar la Eucaristía juntos es un anhelo, para ello es necesario estar de acuerdo en lo esencial de la fe”. En este contexto, criticó las “impaciencias” (también entre los católicos) y dijo que “saltarse este punto a la torera puede ser contraproducente y conduce a un ecumenismo falso”.