Asóciate
Participa

¿Quieres participar?

Estas son algunas maneras para colaborar con el movimiento laicista:

  1. Difundiendo nuestras campañas.
  2. Asociándote a Europa Laica.
  3. Compartiendo contenido relevante.
  4. Formando parte de la red de observadores.
  5. Colaborando económicamente.

Cartillas para una enseñanza laica en las Sociedad de Escuelas Laicas en 1908

En este breve trabajo nos hacemos eco de una realización sobre libros de textos para una enseñanza racionalista a comienzos del siglo XX.

La Sociedad de Escuelas Laicas decidió encargar en 1908 a Juan Almela Meliá la redacción de tres cartillas para la enseñanza de la lectura. Meliá fue un activo tipógrafo, periodista, escritor y amante de los libros que dedicó gran parte de su vida a escribir en publicaciones socialistas, como El Socialista, Vida Socialista y La Revista Socialista (dirigió las dos segundas, y en el primero fue redactor de muchísimos artículos, especialmente en la sección “Cuartillas Volanderas”). Pero, además, escribió obras de teatro, libros de viajes, una biografía de Pablo Iglesias, y colaboró con Largo Caballero en el Ministerio de Trabajo, estando también en la OIT en Ginebra. En el exilio se dedicó a restaurar libros.

La Sociedad pretendía contar con unos libros de texto para enseñar a leer, pero que no estuvieran basados en las conocidas máximas religiosas. El prolífico Meliá se puso a la tarea, presentando tres cartillas. La primera fue calificada por El Socialista como “perfectamente racional” y de planteamientos tan novedosos que auguraba generaría rechazo entre el profesorado más tradicional (“maestros rutinarios”). Al parecer, en vez de enseñar de una vez el alfabeto, una labor que el periódico consideraba “enorme e ingrata”, se empleaba un método por el que se llegaba al conocimiento de las letras paulatinamente, en grupos. La primera cartilla contaba con 16 páginas.

La segunda cartilla estaba compuesta a través de una serie de máximas y consejos relativos a los juegos infantiles, su conducta en familia, los extraños, los enfermos, los animales, las plantas, las buenas y malas costumbres, la higiene y otros temas, empleando una forma que fuera entendible para los niños. Esta cartilla tenía 24 páginas.

La tercera cartilla se basaba en una compilación de anécdotas, cuentos y versos, después de cuya lectura el alumno estuviera ya en disposición de leer cualquier libro. Esta era la cartilla más grande, con 32 páginas.

El periódico obrero socialista elogiaba los textos basándose, siempre según lo publicado, en personas entendidas en Pedagogía.

Hemos consultado el número 1184 de El Socialista. Por otro lado, es conveniente acudir a la siguiente monografía: Francisco de Luis Martín, La cultura socialista en España (1923-1930), Madrid, CSIC, 1993. Sobre Meliá es recomendable acercarse al Diccionario Biográfico del Socialismo Español.

Eduardo Montagut. Doctor en Historia

Total
0
Shares
Artículos relacionados

La caridad, según Pi y Margall

Fundamental intelectual, político y republicano fue, sin lugar a dudas, Pi y Margall. Nunca nos resistimos a divulgar…
Total
0
Share