Los crucifijos instalados en las aulas de colegios públicos “no son nada que vaya en contra de la libertad religiosa”, según afirmó hoy el arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares.
El arzobispo se refirió durante una rueda de prensa en Valladolid a una denuncia presentada en un juzgado de esta ciudad por parte una asociación a favor de la escuela laica, que reclama la retirada de crucifijos instalados en aulas del colegio público Macías Picavea de la capital vallisoletana.
'Tendríamos que destruir las iglesias y hacer desaparecer de nuestros museos todos los cuadros que tienen representaciones religiosas', si se obliga a retirar los crucifijos de las escuelas, dijo el arzobispo y cardenal primado de España.
Antonio Cañizares añadió que 'hay que tener un respeto para todo, también para las minorías', en referencia a esa asociación laica, 'pero no pueden exigir respeto para sí mismos y no para la mayoría'.
A su juicio, la sociedad 'mayoritariamente está pidiendo una enseñanza religiosa', porque 'considera la religión, en concreto la católica, como un valor fundamental para la educación de sus hijos'.
Cañizares recordó que un debate similar ya se planteó en países como Italia o Alemania y finalmente se mantuvieron los símbolos religiosos en algunos centros de enseñanza.
'Si estamos en Europa, que se responda también con criterios de Europa', añadió el arzobispo, que además es vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española.
En su opinión, en la actualidad no existe un 'anticlericalismo' como el que pudo haber en determinados momentos del siglo XIX, sino más bien 'un laicismo radical', que pretende que la religión se circunscriba solamente al ámbito 'de lo privado', pero sin influir en el conjunto de la sociedad.
El arzobispo hizo estas declaraciones antes de pronunciar en un hotel de Valladolid una conferencia titulada 'La Iglesia en España', organizada por el Club de Opinión Santiago Alba.
