Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, ha realizado esta reflexión durante el discurso pronunciado tras convertirse en el primer doctor Honoris Causa de la Universidad Católica de Ávila (UCAv), institución académica que fundó hace 14 años en la capital abulense.
En el acto ha estado acompañado por los arzobispos de Toledo y Burgos, Braulio Rodríguez y Francisco Gil Hellín, respectivamente, así como por el obispo auxiliar de Madrid y secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino.
También han acudido el obispo castrense de Perú, Salvador Piñeiro, los obispos de Segovia, Ciudad Rodrigo y Salamanca, además del director general de Universidades de la Junta, Juan Casado, cuatro rectores y dos ex-rectores de la UCAv: Juan José Sanz Jarque y José Andrés Gallego.
Poco antes del acto, Cañizares ha comentado a los periodistas que el proyecto de la UCAv es ahora "más actual todavía que entonces", ya que "se vio con clarividencia el futuro que se avecinaba y la necesidad de una universidad que tiene la obligación clara de influir en la sociedad para transformarla".
"Se trata de hacer una sociedad y una cultura digna del hombre y una cultura que supere el relativismo que nos está realmente destruyendo como un cáncer", ha argumentado, antes de apuntar que "si la UCAv no estuviese creada, habría que crearla, tal y como se concibió".
En este sentido y ya en su discurso, el cardenal, que en el momento de la creación de la UCAv era obispo de Ávila, ha tenido un recuerdo para Adolfo Suárez, Esperanza Aguirre, Ángel Acebes, Sebastián González y Juan José Lucas, entre otros, por su contribución a la puesta en marcha de la institución académica.
Tras repasar algunas de las "dificultades" y "ataques" recibidos en los momentos iniciales, Antonio Cañizares ha comentado que la Universidad Católica fue "concebida como una institución para evangelizar, es decir, como obra eclesial de renovación de la humanidad, donde se aprende el arte de vivir".
Al respecto, ha comparado la iniciativa de la UCAv con el "gran proyecto de evangelización que los obispos de Castilla y León trataban de impulsar para toda la región, entre otras cosas, a través de la magna y admirable obra de Las Edades del Hombre".
En este contexto, "la humilde y pobre Ávila consiguió un logro de una gran trascendencia para la Iglesia, llamada a estar presente evangelizadoramente en el mundo de la cultura", después de la cual surgieron la Católica "San Antonio", de Murcia, y la "San Vicente Mártir", de Valencia.
Para el cardenal, "pueden surgir otras" universidades, porque este "camino clave e imprescindible" para la Iglesia está "abierto" en la "nueva acción que necesariamente implica la evangelización de la cultura".
En su opinión, los actuales son unos "momentos muy importantes y claves para las universidades católicas", ante una cultura en la que "impera el relativismo, la fragmentación de la verdad, la negación de la posibilidad de acceso a ella o la consideración de dogmatismo e intolerancia a quien la afirma y la sirve y con un laicismo y secularización rampantes y una quiebra de la humanidad lacerante".
En el camino de que surja un "nuevo humanismo para este tercer milenio", las universidades católicas deben ofrecer "una verdadera alternativa universitaria, original y con identidad propia, para contribuir a una renovación de la sociedad desde la específica y humanizadora aportación del Evangelio, de la revelación cristiana".