El secretario general y portavoz de la CEE, Martínez Camino, aludió indirectamente a la situación política actual en España como “la antesala del totalitarismo”, señalando que este es el estado al que conduce “el positivismo jurídico radical”, según publicó el diario Levante.
De la mano del laicismo
Para Martínez Camino, el positivismo jurídico va unido “al laicismo” y es la soberanía absoluta del sistema representativo y un legislador sin más referencia que la que “él mismo determine”. Criticó como ejemplo de esta soberanía del legislador los matrimonios homosexuales, considerando que la eliminación de las palabras “hombre y mujer” del Código Civil supone legislar “contra lo que el ser humano es”, y calificó la ley de “irracional e injusta”.
Contra Educación para la Ciudadanía
También arremetió contra otra de las obsesiones de la CEE, la asignatura de Educación para la Ciudadanía, descalificándola como “una amenaza” al derecho de los padres a educar a sus hijos según sus creencias.
La verdad religiosa sobre el Parlamento
En esa línea de que el legislador necesita referencias más allá de valores laicos, Martínez Camino arguyó que existe una verdad más allá de la que dicta el Parlamento, y que negar eso representa un “peligro” para la democracia