La organización Cádiz Laica, integrada en Europa Laica, denuncia que en el I.E.S Menéndez Tolosa, de La Línea (Cádiz), se expone un símbolo religioso -que pertenece al ámbito de lo personal, lo privado y lo familiar-, un crucifijo, en el despacho de Secretaría, invadiendo el espacio público y el poder cívico que es el único legítimo en el Estado.
El CEIP Nuestra Señora de las Mercedes, de La Línea (Cádiz), continúa con la exposición/imposición de un crucifijo en el despacho de Dirección y Jefatura de Estudios a pesar de las denuncias de CGT y Observatorio del Laicismo. La Administración y la Inspección Educativa hacen caso omiso a estas denuncias argumentando que son objetos personales, no queriendo asumir sus responsabilidades. En lugar de hacer cumplir la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Andalucía ha dejado la decisión sobre la permanencia, o no, de símbolos religiosos en el Centro al Consejo Escolar del Colegio… contraviniendo la obligatoria aconfesionalidad del estado.
Por otro lado, el Ayuntamiento de La Línea – aparte de nombrar Alcaldesa Perpetua de la ciudad a la Virgen Inmaculada- incluye en su oferta educativa actividades religiosas como la Visita al Templo de la Patrona. Esta actividad no consiste en estudiar el estilo arquitectónico y artístico de la iglesia sino en una ofrenda floral (adoración) a la Virgen, "llevar flores a María". Varios colegios de La Línea acuden, de tal forma que van todos los cursos a la vez, afectando a todo el horario curricular. Cuando profesores se quejan de esto se argumenta, desde dirección, que estas actividades se aprueban en Consejo Escolar y, por ende, están incluidas en el Plan de Centro. Se usa la falacia del mayoritismo y el comunitarismo imponiendo lo que es personal, en el ámbito público y obligando a todo el profesorado a asistir. El Plan de Centro no puede estar por encima de la Constitución.
Cádiz Laica entiende que, en este sentido, hay una dejadez de funciones por parte de la Administración ya que el Estatuto de Autonomía de Andalucía establece en su artículo 21.2: “La enseñanza pública, conforme al carácter aconfesional del Estado, será laica”. Además, la Constitución monárquica del 78 establece en su artículo 16.3 que “Ninguna confesión tendrá carácter estatal”. Es decir, se recoge la Aconfesionalidad del Estado.
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