La asociación ‘Cádiz Laica’ ha criticado en un comunicado la concesión por el pleno del Ayuntamiento de Cádiz el pasado viernes de la medalla de oro de la ciudad a la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad, y ha destacado la “contradicción mayúscula de Podemos Cádiz” al apoyar la concesión.
‘Cádiz Laica’ recuerda que apoyaron la medida Por Cádiz Sí Se Puede (Podemos), PP, PSOE y Ciudadanos, mientras que Ganar Cádiz en Común votó en contra.
La asociación lamenta que Podemos “se autodenomine laico para luego apoyar la imposición de un símbolo religioso ante la presión del lobby católico”.
“El PSOE también se manifiesta por la laicidad en sus congresos, pero en este partido ya no es sorpresa la incongruencia”, añade, lamentando asimismo “el clericalismo de PP-Ciudadanos” según el cual “no parece que estemos en el siglo XXI, sino en plena postguerra”.
Además, considera que la concesión “burla la legalidad del Reglamento de Honores y Distinciones”, ya que este “exige que los destinatarios de honores sean personas físicas o jurídicas, y una estatua no puede cumplir este requisito básico”.
“Podemos Cádiz justifica en su posición a las 6.000 firmas presentadas por una entidad religiosa, firmas que no han sido cotejadas y que representarían a un cinco por ciento de la población de la ciudad”, critica ‘Cádiz laica’, que expone que “los derechos fundamentales, de conciencia y religión, no pueden ser obviados aunque una mayoría quiera imponer la suya a los demás”.
“Ni aunque el 99 % de los gaditanos fuera devoto católico el Ayuntamiento debe imponer una religión o sus símbolos a toda la ciudadanía”, afirma, incidiendo en que “la figura de la virgen ha sido utilizada para exaltar valores de sumisión para la mujer, dándole importancia superlativa a la virginidad femenina, intentando relegarla al servicio reproductivo-familiar”.
La asociación señala que “el personaje histórico/mitológico de la virgen María, encarnado en distintas estatuas y nombres, ha recibido ya cinco medallas de oro en la ciudad”, quejándose de que “el abuso en la imposición de la religión católica no tiene límite en Cádiz”.
Por último, recalca que “hay decenas de gaditanas y gaditanos relevantes que merecen esa medalla honorífica, con méritos hacia la ciudad de Cádiz verificables y contrastados, y no precisamente por leyendas imposibles de comprobar”.
Al tiempo, estima que “entregar una medalla honorífica de la ciudad a una estatua, representación simbólica de una fe, sólo es síntoma de sometimiento de los representantes públicos a un lobby religioso que quiere imponer a toda la sociedad su religión, su moral y sus símbolos”.
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