COMENTARIO: La Comisión Stasi que propuso la eliminación de símbolos ostentosos en el ámbito escolar, se refiere a todos ellos, y además la Comisión escuchó la voz de las mujeres veladas, entre otras.
No soy experta en el islam. De hecho encuentro bastante molestas las expresiones públicas de las religiones, todas. Sin embargo, las noticias y declaraciones de las últimas semanas respecto al burka y el islam me tienen fascinada.
Encuentro especialmente curiosa la cita del ministro de Justicia de que esta prenda "es difícilmente compatible con la dignidad del ser humano". Yo también encuentro que encerrarse de por vida en un convento de clausura es difícilmente compatible con la dignidad humana. Pero eso no se debate. También encuentro que destrozarse "voluntariamente" los huesos de los pies para lucir zapatos con tacón que nos hacen parecer mujeres más bellas, también es difícilmente compatible con la dignidad humana. Pero esto tampoco se debate.
Me resulta cuanto menos curioso que los ataques más furibundos y habituales sean contra el velo musulmán. Siempre el más débil en el punto de mira: el otro que es además mujer, doblemente discriminada. Como ya pasó antes en Francia con todo el tema de los símbolos religiosos, nunca se habló de los colgantes con cruces católicas, ni del turbante dastar sikh, ni la kipá que llevan los hombres judíos. Todo el tema acabó girando en torno a las mujeres musulmanas.
No dudo que habrá mujeres que se sientan obligadas a llevar el velo integral. Como tampoco dudo que otras se sentirán socialmente desnudas si no pueden hacerlo. Si queremos restituir la dignidad humana a estas mujeres, ¿no sería mejor escuchar lo que tienen que decir las afectadas? No se conseguirá ni con prohibiciones ni por decreto ley.
