Siguiendo la estela de otros países anglosajones, como el Reino Unido, Canadá y EEUU, Australia ha señalado que el uso del hiyab (pañuelo) en las escuelas públicas está plenamente admitido en el país.
El tema salió a la palestra por el caso de Yasemin Ettahir, una chica de 17 años de origen iraquí, que acudió a clase con el hiyab en un centro educativo privado y fue posteriormente expulsada por la dirección de éste amparándose en las reglas que estipulaban la obligatoriedad del uso de un uniforme concreto.
Más tarde, a petición de la familia, Yasemin pudo continuar asistiendo a las clases, ya que las autoridades del centro aceptaron la explicación de que el hiyab era un símbolo religioso. El primer ministro de Nueva Gales del Sur, Bob Carr, ha señalado, por su parte, que en Australia hay plena libertad para llevar símbolos religiosos dentro y fuera de la escuela: "Debemos ver las diferencias que existen en nuestra sociedad como algo enriquecedor y positivo", señaló Carr, que pidió que el caso fuera cerrado.