Los delitos de odio motivados por razones religiosas aumentaron un 40 % en Inglaterra y Gales en comparación con el año pasado, según cifras publicadas hoy por el Ministerio del Interior británico.
El informe reveló que la mayoría de estos delitos de odio religioso (un 52 %) fueron cometidos contra los musulmanes.
De abril de 2017 a marzo de este año, el periodo en el que se lleva a cabo el cálculo, se registró un aumento del 17 % en el número total de incidentes motivados por odio, que totalizó la cifra récord de 94.098.
De acuerdo con los datos, más de tres cuartos (un 76 %) de ellos fueron clasificados como “odio racial”.
Según las autoridades, el delito de odio se tipifica como aquel en que la víctima es increpada por hostilidad hacia su raza, religión, orientación sexual, discapacidad o identidad transgénero.
En términos generales, hubo un aumento de estos sucesos en todas las categorías, lo que, según la investigación, también puede deberse a la mejora en los sistema de detección desarrollados por la Policía que permiten identificar y registrar todos los incidentes.
Los delitos contra las personas por razón de su orientación sexual representaron el 12 % del total, por su religión el 9 %, su discapacidad el 8 % y su condición transgénero el 2 %.
De acuerdo con el departamento gubernamental, se han registrado más crímenes de odio tras el referéndum del “brexit”, celebrado en junio de 2016, y los distintos ataques terroristas que el Reino Unido sufrió en 2017.
Desde el ejercicio 2012-2013, cuando se contabilizaron 42.255 delitos, los crímenes de odio se han más que duplicado.
El mes pasado, la Comisión de Derechos anunció que va a empezar a analizar si los ataques motivados por misoginia (aversión, desprecio o prejuicio arraigado contra las mujeres), así como también el odio expresado hacia los hombres o las personas mayores pueden tipificarse como delitos de odio.
