España sigue siendo el último país europeo en el que no apoya otras causas con los impuestos de los ciudadanos
La Agencia Tributaria ya ha comenzado el proceso de declaración de la renta correspondiente al año 2010. Los colectivos laicos recuerdan genéricamente cómo al no marcar las casillas sobre ayudas a la iglesia, todos los impuestos del ciudadano pasan a la Hacienda Pública común, y no a la Iglesia Católica. De esta manera, todo queda en el impuesto para los gastos generales del Estado.
Colectivos laicos cifran en más de 10.000 millones de euros la financiación pública anual de la iglesia católica. En el ejercicio del año anterior, y según estas organizaciones que operan a nivel europeo, se hablaba de 6.000 millones de euros. Por lo que, siempre según estas fuentes, las cuentas salen de nuevo a favor de la Iglesia Católica, con un aumento de 4.000 millones de euros que no ha sido definido. Esto se debe en buena medida a que los cálculos estimados oscilan y el Gobierno no ayuda a dilucidar (¿por qué será ?) estas cuentas.
Si contrastamos los datos facilitados por la Conferencia Episcopal Española (CEE), estos dicen que han sido 7.260.138 millones de declaraciones con la asignación para fines sociales a favor de la Iglesia, lo que supone casi 66.000 declaraciones más que el año anterior, siendo un total de 250 millones de euros del 0,7% del IRPF. Así lo publicaba Vocento a través del medio Finanzas. La diferentes Diócesis, como la de Córdoba, insiste, también de manera genérica, en que la financiación está descendiendo con respecto a otros ejercicios.
En cualquier caso, este actual sistema impositivo supone una discriminación para los contribuyentes, e implica un perjuicio de lo público (lo que es de todos) para beneficiar lo privado (que es sólo de una parte), lo que podría suponer una presunta malversación de fondos públicos que no señalan ni la casilla de asignación tributaria para la iglesia católica ni la de fines sociales, pues quienes marcan una o ambas casillas reducen su aportación al Estado en un 0,7% (o un 1,4% si marcan ambas marcan ambas). Con este sistema el Estado conculca el artículo 31 de la Constitución que indica que todos los ciudadanos deben contribuir al sostenimiento de los gastos públicos en condiciones de igualdad.
No poder elegir a qué destinamos el 0.7 de nuestros impuestos es algo que en otros países como Francia no sucede, donde en la declaración de impuestos se puede ayudar, por ejemplo, al mantenimiento de los medios de comunicación.
Los colectivos laicos rechazan también la casilla de asignación tributaria a fines sociales porque lo que se recauda por este concepto se entrega a organizaciones y fundaciones católicas, de ahí que la jerarquía católica anime a marcar ambas casillas. Por lo que consideran que los verdaderos fines sociales de forma genérica, que son de tal importancia, deberían estar financiados directamente por el Estado, sujetos a control del Parlamento y sin depender de los vaivenes recaudatorios.
Propone también que los fieles, en su caso, deberían financiar de forma directa el culto y el clero de sus confesiones religiosas. Por ello, el Estado, manifiestamente laico en la Constitución Española, incorporaría una casilla para católicos y otras confesiones religiosas, pues el Estado no se debe convertir en recaudador, y menos aún detrayendo fondos de la “caja común” del Estado.
En el ejercicio del año anterior, según datos aproximados de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, en 2009, sólo el 22 % de los contribuyentes marcó la casilla de la Iglesia católica, el 12 % tanto la de la iglesia católica como la de fines sociales y el 32%, sólo a fines sociales. Así, el 66% de los contribuyentes no señaló la casilla de la Iglesia católica y el 34% no marcaron ninguna casilla o lo hicieron a la casilla “sin asignación”.
Europa Laica ha presentado un informe detallado en el que cifra en más de 10.000 millones de euros la financiación pública anual de la iglesia católica, correspondiendo a cada ciudadano y ciudadana, sean o no católicos o pertenezcan a la diversidad de convicciones religiosas o no religiosas, una dádiva o “cuota” anual de más de 200 €. Las cifras desglosadas aproximadas son :
* Asignación vía IRPF-2010 (para financiación directa del culto y el clero) 249 m€
* Asignación IRPF-fines sociales (obra social, cooperación, etc.)-mínimo 80 m€
* Exenciones tributarias : IBI, patrimonio, obras… etc. 1.000 m€
* Enseñanza : *Personal que imparte religión católica : 700 m€
* Financiación de centros de ideario católico : 3.900 m€
* Para asistencia sanitaria y para la obra social : 2.500 m€
*Asistencia hospitalaria directa (CCAA) : 700 m€
* Funcionarios capellanes (ejército, cuarteles, hospitales…) : 25 m€
* Mantenimiento patrimonio artístico propiedad de la iglesia católica : 500 m€
* Fastos y eventos 2011 (*datos conocidos visita Papa Madrid)-previsión- : 60 m€
* Subvenciones y gastos eventos religiosos y asociaciones ámbito local : 290 m€
Entre otras cuestiones pendientes, se declara también :
Que el Estado elabore una memoria anual, a presentar en el Parlamento, con todas las cantidades anuales satisfechas (debido a la incerteza en las cuentas), exencionadas o desgravadas a la Iglesia católica y a sus organizaciones, procedentes de todas las administraciones del Estado.
Que se deje de financiar el culto y el clero, así como las actividades de propaganda y proselitismo de la Iglesia católica y de otras confesiones religiosas.
Que en la declaración de la renta correspondiente a 2010 se eliminen las casillas de la Iglesia católica y la de fines sociales.
Que la Iglesia católica ha de autofinanciarse y los proyectos de las asociaciones de interés social han de ser financiadas directamente por el Estado, a través de los Presupuesto Generales del Estado.
Que se anulen los Acuerdos con la Santa Sede.
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Laicismo.org : Campaña contra la financiación de las iglesias por el Estado
Laicismo.org : En el IRPF NO marques ninguna casilla
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