Una obra que el artista Fernando Bayona legó a la iglesia de Aldeahermosa, de donde es natural, sufre el ataque de lo que parecen ser 'radicales religiosos'. El párroco reconoce que temía algo así desde que el autor montó una controvertida exposición sobre Cristo en la Universidad de Granada.
Fernando Bayona, natural de Aldeahermosa, es, para algunos, un provocador artista que incrementó su fama a raíz de la muestra “Circus Christi”. Esta exposición, que se exhibió en la Universidad de Granada, muestra escenas bíblicas con prostitutas o pasajes ambientados en locales de homosexuales. Esta reciente creación y el malestar que despertó entre sectores cristianos ha resultado “fatal”, según Bayona, para otra obra, firmada por él hace diez años, junto con otros dos compañeros de Bellas Artes, en la iglesia de su pueblo. Se trata de un mural, en el altar mayor del templo, que, al parecer, sufrió un ataque el lunes de madrugada.
El artista considera que la intención era atacar la imagen del Cristo, con una leve semejanza a él. El resultado es que la pintura, a cinco metros del suelo, a base de ser raspada, ha desaparecido. Los hechos han sido denunciados ante la Guardia Civil, tanto por Bayona como por el párroco. El sacerdote, Miguel Ángel Soto, reconoce que, a raíz de la muestra granadina, se temía un ataque contra esta obra de Bayona, un acto que, como dice, la Iglesia condena. No en vano, el cura recuerda que se trata, en sus palabras, de “un ataque a la cara de una imagen de Cristo”. A raíz de lo sucedido, el Obispado ha decido que la parroquia esté cerrada hasta que se restaure el mural dañado. El trabajo, con el consentimiento de Bayona, ha sido encargado a Francisco Galiano, uno de los autores de la obra conjunta. Fernando Bayona no oculta su hastío por “la poca comprensión” hacia sus obras. Asegura que, por crear, recibe amenazas de todo tipo y que, además, su familia tiene que hacer frente a insultos y desaires de sus paisanos que, como él en su juventud e infancia, residen en Aldeahermosa, una pedanía que no llega a los mil habitantes. El Ayuntamiento de Montizón elude hacer comentario alguno sobre la polémica surgida, aunque condena los actos.
