Está imputado por al menos siete hechos, uno de los cuales le fue atribuido el día que la Selección Argentina de fútbol obtuvo la Copa América. Un juez argentino espera que España lo envíe para indagarlo en calidad de detenido.
Un pastor evangélico acusado por al menos siete casos de abusos sexuales contra niños, sobre quien pesa una orden de captura internacional, fue detenido en Madrid a pedido de la Justicia argentina pero quedó libre con la sola obligación de presentarse semanalmente ante las autoridades españolas.
El juez argentino del juzgado de instrucción número 43 Alejandro Ferro ordenó en octubre pasado la detención de Jonatan Matías Blanco, quien se desempeñaba como Pastor del grupo de adolescentes de la Iglesia Conexión con Dios en la localidad bonaerense de Remedios de Escalada.
Según surge del expediente judicial 5389/2022, Blanco “tenía el rol de ministro de la adoración y por ello compartía mucho tiempo” con adolescentes.
Se mostraba “como una persona carismática, de particular afinidad con los jóvenes”, con quienes entablaba “un lazo afectivo” que lo convertía “casi en una figura paterna”.
Mediante invitaciones a salidas sociales y de esparcimiento, el pastor conseguía que los padres de los adolescentes los autorizaran a que se quedaran a dormir en la casa de la madre del pastor, donde fueron denunciados los abusos.
Uno de ellos, en particular, ocurrió el 10 de julio de 2021, cuando el pastor invitó a uno de los niños a ver la final de la Copa América de fútbol, en la que la Argentina se consagró campeón tras vencer en la final a Brasil en el estadio Maracaná.
Las situaciones de abuso denunciadas ocurrieron al menos desde 2017 y hasta 2021, y quedaron documentadas por las declaraciones de las víctimas en Cámara Gesell y en chats recuperados por los peritos de parte, la psicóloga Alicia Cortalezzi y el ingeniero en informática Marcelo Torok.
En una conversación de Instagram recuperada por el peritaje informático fue hallado el reproche de uno de los niños al pastor “por lo que le había hecho el día del partido”.
El acusado ensayó una serie de excusas y pedidos de disculpas y virtualmente reconoció el abuso con el contenido de sus frases.
Cuando comenzaron a trascender los hechos por los relatos de las víctimas, Blanco se fue del país: según los registros de la Dirección Nacional de Migraciones, el 5 de octubre de 2021 partió con destino a España, “sin registro de que hubiera retornado”.
El juez Ferro ordenó su detención nacional e internacional y así, el 16 de noviembre pasado fue detenido en Madrid, pero rápidamente “le dieron la libertad, le retuvieron el pasaporte y le exigieron presentarse una vez por semana presentarse, según informó Interpol”, describió el abogado querellante, Oscar Moyano.
“Nos contactó el pastor general de la Iglesia Evangélica. Él nos pidió que escucháramos a las familias y a los adolescentes y que denunciáramos a quien tuviéramos que denunciar si considerábamos que se habían cometido delitos. Eso hicimos”, explicó Moyano.
El juez Ferro está a la espera de que España le envíe al imputado para indagarlo en calidad de detenido.
“Las características de los hechos investigados y la penalidad mínima en abstracto establecida para el delito que se le atribuye le impedirá obtener una eventual pena de ejecución condicional. Se verifica un real peligro de fuga ante la posibilidad cierta de su futuro encarcelamiento. Ello, más allá de la comprobada fuga que habría efectuado el imputado, al abandonar su país de residencia”, justificó el juez.
