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Aprobada la Ley de Familia con los votos del PP y entre las críticas de la oposición

BNG y PSdeG la ven ‘sexista y retrógrada’

  • La mayoría absoluta del PP en la Cámara gallega da el visto bueno a la ley
  • Los populares destacan que reconoce derechos a las familias acogedoras
  • Duras críticas de la oposición: 'retroceso, degradación, retrógrada, ultra'
  • Colectivos de mujeres protestan a las puertas del Parlamento

La mayoría parlamentaria del PP en Galicia ha permitido este martes la aprobación del proyecto de Ley de apoyo a la familia y a la convivencia de Galicia, a la que los grupos de la oposición se han opuesto por entender que implica un "retroceso de derechos" para las mujeres. De hecho, han lamentado que quedan relegadas a ejercer su "rol tradicional y patriarcal" para "ahorrar" en la prestación de servicios públicos, mientras se les "niega" su derecho a decidir sobre su maternidad y su sexualidad.

En primer término, en su intervención ante el pleno de la Cámara, el portavoz del BNG, Carlos Aymerich, ha lamentado la "degradación" de las leyes como "fuente del derecho" para convertirse en una medida de "mera propaganda" que "no aporta nada" al colectivo al que atañe. Prueba de ello, ha considerado que esta norma redactada por el Gobierno autonómico no aborda "la defensa de las familias" a través de medidas "reales, efectivas y concretas" ni "protege los derechos" de las mujeres.

Por el contrario, según ha evidenciado, la Xunta "recorta en un 50%" las políticas de juventud, sube el precio de las escuelas infantiles, "reduce" las ayudas a comedores escolares y "rebaja las políticas sociales". "¿Es ése su apoyo a las familias?", ha interpelado a la conselleira del ramo, Beatriz Mato, presente en el hemiciclo, para recriminarle la supresión del Servizo Galego de Igualdade y la financiación de "asociaciones sectarias que niegan a la mujer el derecho a decidir sobre su cuerpo".

Siguiendo la misma línea argumental, la diputada socialista Beatriz Sestayo ha lamentado "el viaje atrás en el tiempo" que supone la aprobación de este texto normativo por la intención del PPdeG de "hacer un guiño a su electorado más ultra", el que "pretende imponer el modelo de una minoría a la amplia mayoría social". Así, ha concluido que no sólo satisface "un compromiso ideológico", sino que constituye "una excusa para financiar asociaciones antiabortistas", sin incorporar "medidas de apoyo real a las familias".

"Puede estar orgullosa y dormir muy bien esta noche", ha espetado a la titular de Traballo e Benestar, después de insistir en que la norma es "profundamente hipócrita, paternalista y mala". Para fundamentar estas calificaciones, ha señalado que contiene una importante carga "ideológica" encaminada a "decir no a la interrupción voluntaria del embarazo y a la decisión libre y voluntaria de cómo asumir la maternidad" de cada mujer con una "innecesaria protección institucional del derecho a la vida".

Enfrente, la representante del PP en el debate, Marta Rodríguez Arias, ha censurado las "mentiras" y las "interpretaciones sesgadas" del texto legal por parte de los grupos de la oposición, negando así que la ley sea "retrógada" y "sexista". Tampoco va "contra otras leyes en vigor" -la que regula el aborto- ni "intenta que las mujeres se queden embarazadas", tal y como ha asegurado, sino que "busca ampliar derechos".

'Ley de avances'

De hecho, para la popular, este proyecto de ley está justificado en la necesidad de actualizar una normativa que data de 1997 "a los cambios producidos en la sociedad". Así, según ha explicado, "se amplía el concepto de familia más allá del concepto tradicional" y se adapta la ley a "los distintos modelos de convivencia", porque su pretensión es "apoyar la maternidad para los que opten por ella".

Como principales novedades, ha presentado que se trata de "la primera ley gallega" que tiene en cuenta las familias acogedoras y les concede "un trato preferente" a la hora de obtener plaza en escuelas infantiles, ayudas para la adquisición de vivienda y bonificaciones fiscales, entre otras cuestiones; y la protección de la gestante, que cuenta con la oportunidad de "declararse como unidad familiar" para obtener recursos.

'Expropiar' los hijos

Pese a sus explicaciones, Aymerich ha denunciado que la ley no está concebida para "ayudar a la maternidad", sino para "decir a las mujeres que tengan hijos y que, si no pueden atenderlos, los den en adopción". "Es la expropiación de los hijos", ha enfatizado, recordando que se rechazaron enmiendas del Bloque con "medidas de conciliación" y de "fomento de la corresponsabilidad" porque el PP pretende "una ley revestida de una moralina retrógada y sexista".

Al hilo del debate, el diputado de la formación frentista ha sacado a relucir el caso de "una embarazada que fue despedida por la Xunta de una fundación pública". "Ésa es su política", ha censurado también la parlamentaria del PSdeG, después de que Aymerich plantease "qué se puede esperar" de un gobierno que actúa de este modo.

Para Sestayo, la aprobación de esta norma convierte esta jornada en "un día triste en la historia del Parlamento gallego" y de ello ha responsabilizado al presidente Feijóo, que inició su andadura "desafiando" la Ley de Igualdad a través de "un ataque a la paridad" en la conformación de su gobierno. "Está teciendo una terrible política oscura que no tiene nada que ver con la cara amable que muestra", ha advertido, convencida de que la política social "retrocedió" en los dos últimos años hasta "lo impensable".

Ahora, con "la consumación de un ataque frontal a la igualdad y a los derechos sociales" por parte de un partido con "un pensamiento ultraconservador aunque formas modernas", ha lamentado que "la gran aportación" del PP sea la posibilidad de dar a los niños en adopción. Además, en el Día del Orgullo Gay, tanto la socialista como el nacionalista reclamaron que las familias homosexuales también sean tenidas en cuenta.

En su turno de réplica, Rodríguez Arias ha asegurado que el proyecto de ley que apoya su partido "no es" el que describió la oposición, ya que "nadie" de su grupo comparte esas tesis. "¡Todo eso es una barbaridad!", ha exclamado, para defender que la ley "se compromete con todas las familias sea cual sea su modalidad de convivencia" y "amplía derechos sin entrar en conflicto con ninguna otra ley". Por ello, ha concluido advirtiendo de que oponerse supone rechazar "nuevos derechos para las familias y más instrumentos para que las mujeres puedan decidir libremente".

Manifestación

Al debate acudieron una decena de mujeres vinculadas a la Marcha Mundial de las Mujeres, que expresaron su rechazo a "la Ley de la Iglesia" entre gritos de 'Nosotras parimos, nosotras decidimos" nada más concluir las intervenciones, motivo por el cual fueron expulsadas de la tribuna de invitados del hemiciclo.

Y, en paralelo, en el exterior del Parlamento se concentraba una treintena de hombres y mujeres protestando contra la aprobación de esta normativa. Ataviados con camisetas en las que podía leerse 'No a la Ley de Familia' y 'En defensa de la igualdad', se agrupaban en torno a una pancarta de la Marcha Mundial de las Mujeres con el lema 'La maternidad no es una opción, no el destino de las mujeres. Más recursos para servicios públicos, cero euros para grupos de ultraderecha'.

En declaraciones a Europa Press, una de las portavoces de la Marcha, Victoria Iglesias, ha mostrado su oposición a una ley que "no crea recursos para las familias", sino que está "ideologizada" y "pretende dar pasos atrás en los derechos de las mujeres" para que "cumplan las tareas del hogar".

Uno de los aspectos en los que ha hecho hincapié es el derecho a decidir sobre la maternidad, porque Victoria Iglesias ha observado que la nueva norma "reconoce derechos a los nasciturus que chocan con el Código Civil". "Las mujeres no podemos consentir estos pasos atrás", ha subrayado.

Un grupo de mujeres siguió el debate en el interior del Parlamento. | Efe

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